"Creo que es un estudio muy importante que dice que la prevalencia de los trastornos del espectro autista podría ser aún mayor de lo que antes sospechábamos", advirtió Geraldine Dawson, directora científica de Autism Speaks.
"El autismo es un importante desafío sanitario, y este estudio es otra llamada a la acción de que necesitamos proveer atención durante toda la vida", señaló.
Los trastornos del espectro autista son un conjunto de trastorno del desarrollo neural entre los que se encuentran el autismo, el síndrome de Asperger y el trastorno general del desarrollo.
La conducta característica incluye una interacción social afectada, dificultades con la comunicación y conductas repetitivas. Durante una vida, se calcula que los costos de atención de salud para alguien que sufre autismo son de más de $1.6 millones, según el estudio.
Los investigadores extrajeron datos para el estudio de la Encuesta nacional sobre salud pediátrica de 2007, que incluyó a más de 78,000 niños de todo el país, todos entre los tres y los 17 años de edad.
Los padres de 1,412 niños reportaron que un médico había dado a su hijo un diagnóstico de un trastorno del espectro autista. Sin embargo, apenas 913 padres dijeron que en la actualidad su hijo sufrían de un trastorno del espectro autista.
De ese grupo, 494 padres clasificaron el autismo de su hijo como leve, y 320 como moderado. Apenas 90 padres dijeron que el autismo de su hijo era grave.
Cynthia Johnson, directora del Centro de Autismo del Hospital Pediátrico de Pittsburgh, que forma parte del Centro Médico de la Universidad de Pittsburgh, atribuyó el aumento a unos mejores criterios diagnósticos y una creciente concienciación sobre el autismo.
"Estos son más datos que acrecientan los que ya existen que muestran que los trastornos del espectro autista son comunes", apuntó Johnson.
En cuanto al gran porcentaje de los niños diagnosticados con un trastorno del espectro autista en el pasado, pero cuyos padres dijeron que en la actualidad no eran autistas, Johnson señaló que los motivos del hallazgo no están claros. Sin embargo, teorizó que los "síntomas pueden disminuir con servicios intensivos puntuales, sobre todo en los casos más leves".
"Sabemos que los individuos con autismo pueden tener un diagnóstico temprano y luego perderlo, pero no sabemos los factores que podrían explicar el fenómeno", subrayó Dawson. "¿Se trata de haber recibido una buena intervención conductual temprano? ¿O hay un grupo de niños que tienen mejores resultados biológicos? O tal vez tenga algo que ver con la manera en que se diagnostica a los niños a distintas edades. Tal vez a medida que los niños se desarrollan no están recibiendo los mismos tipos de evaluación".
El estudio también encontró que las probabilidades de recibir un diagnóstico de un trastorno del espectro autista eran cuatro veces mayores para los niños que para las niñas, y que los niños negros no hispanos o de razas mezcladas tenían menos probabilidades de sufrir de un trastorno del espectro autista que los niños blancos.
Fuente: Health Day.