Un estudio reciente realizado por el Instituto de Investigación Agua y Salud y la Asociación Española de Pediatría detectaron importantes avances en el consumo de agua para prevenir el sobrepeso infantil.
“El agua y la leche tienen que seguir siendo las bebidas habituales en la infancia, mientras que las bebidas calóricas sólo deben tomarse en un consumo ocasional”, remarca el informe.

Del mismo modo, subrayó que los resultados de los estudios realizados en los países como Australia, Canadá o México indican que el agua es la primera herramienta contra la obesidad, ya que puede ayudar a reducir en más del 30 por ciento el riesgo de padecer esta enfermedad.

Asimismo, otros trabajos demuestran que la disponibilidad de “latas” (gaseosas) en los colegios no son beneficiosas para la prevención de esta enfermedad, y señalan que en vez de esas bebidas podía haber agua mineral natural.

Por otro lado, los especialistas destacaron la ventaja del agua mineral en la preparación de biberones y comidas para bebé. “Cuando se hierve el agua en exceso se concentran determinados componentes como el sodio o los nitratos”, añadió el Dr. Vitoria, médico experto en el tema.

De esta forma, Vitoria destacó que “la composición constante, es decir, la capacidad en el tiempo de que permanezcan en composición las aguas minerales permite elegir que determinada agua utilizar” y en función de las necesidades nutricionales del niño se podrá elegir, según el calcio o sodio que se necesite en cada etapa.

Fuente: Infancia Hoy