El papa Francisco se mostró "cercano" a los damnificados por los terremotos que el miércoles pasado sacudieron Italia y por las fuertes nevadas que azotaron al país, el motivo de una avalancha sepultó un hotel en los Apeninos con un saldo provisorio de cinco muertos y 23 desaparecidos.
"En los días pasados, los terremotos y las fuertes nevadas enfrentaron nuevamente a duras pruebas a nuestros hermanos y hermanas del centro de Italia, especialmente en Abruzzo, Las Marcas y Lazio", aseguró este domingo el Pontífice durante el tradicional Ángelus en Plaza San Pedro.
"Estoy cercano con la oración y con el afecto a las familias que han tenido víctimas entre sus seres queridos. Animo a todos los que se esfuerzan con gran generosidad en las operaciones de rescate y de asistencia, así como a las Iglesias locales, que hacen todo lo posible para aliviar los sufrimientos y las dificultades", agregó Jorge Bergoglio.
"Muchas gracias por esta cercanía, por su trabajo y por el apoyo concreto que llevan", añadió en esa dirección.
En la mañana del miércoles, una serie de terremotos, incluidos cuatro de más de cinco grados en la escala de Richter hicieron temblar al país desde el centro, en la misma zona que el pasado 24 de agosto un sismo dejó casi 300 muertos.
Horas después, una avalancha de nieve sepultó el hotel RIgopiano, 170 kilómetros al noreste de Roma, con más de 30 personas en su interior.
Tras más de tres días de trabajo, los rescatistas informaron este domingo un saldo provisorio de cinco muertos, 2 desaparecidos y nueve personas rescatadas con éxito entre los escombros.
"Seguimos buscando toda la noche con le miso método de trabajo de estos días", agregó este domingo la responsable de Protección Civil de la zona afectada, Titti Postiglione.