El descanso menor al adecuado nos deja sumamente cansados para el día siguiente, pero también impacta de lleno en nuestro organismo. Otra consecuencia inesperada es que puede deshidratarnos, según un estudio de la Pennsylvania State University.
Luego de analizar la orina de casi tres mil voluntarios de Estados Unidos y China, encontraron que su gravedad específica (un marcador que indica sus niveles de concentración) era muy elevada en aquellos que habían dormido solo seis horas o menos. Esto se considera un síntoma de deshidratación.
Cabe aclarar que este estudio solo establece la incidencia de un vínculo entre la falta de sueño y un aumento del riesgo de sufrir deshidratación, según consignó el sitio Quo. Sin embargo no establece cuales pueden ser las causas que expliquen dicha relación.
Lo que los investigadores sospechan es que podría estar involucrada en esto la vasopresina, una hormona que contribuye a disminuir el volumen de la orina. El pico máximo de producción de dicha hormona se suele alcanzar en la fase final del ciclo del suelo, por lo que dormir pocas horas podría alterar ese proceso.