Ezeiza en doble alerta. Primero, una amenaza de bomba demoró la salida de un vuelo y después llegó la noticia de que un pasajero con equipaje sospechoso (en el que habría elementos explosivos) que partió el jueves de Argentina haría sido detenido al llegar a destino. Aunque las dos alarmas resultaron ser falsas, causaron bastante revuelo en la terminal aérea.

Pasado el mediodía se recibió un llamado anónimo en el conmutador de la terminal aérea que indicaba que había explosivos en un avión a punto de partir. El vuelo, de la empresa Copa y que tenía como destino a Panamá, fue demorado. En la nave que fue demorada al mediodía, propiedad de Copa Airlines, iban cerca de cien personas con destino a la ciudad de Panamá. Pocos minutos antes de la partida, la policía aeronáutica notificó al piloto de la situación y se abortó el despegue. El avión fue luego enviado a un lugar llamado "Zulú", que en la práctica es el lugar de cabecera de la pista, bastante lejos de los espigones de los vuelos comerciales. Los pasajeros fueron revisados, uno a uno, con una máquina de rayos X. También era la intención revisar la carga.