Diputados nacionales iniciaron la revisión de un proyecto que promete polémica. Se trata de la iniciativa presentada el año pasado por la la diputada socialista, Alicia Ciciliani, quien propone reducir la semana laboral a 40 horas. También crea el Instituto Nacional de Formación para el Trabajo a fi de que los trabajadores se puedan capacitar.
En diálogo con el programa A Diario (Radio 2), la presidenta del bloque socialista en la cámara alta nacional, confirmó que su iniciativa empezó a ser analizada en Asesores. La propuesta es establecer por ley que la “duración del trabajo no podrá exceder las 40 horas semanales para toda persona ocupada por cuenta ajena en explotaciones públicas o privadas, aunque no persigan fines de lucro”. No contempla a las personas que trabajen en establecimientos “donde se ocupen solamente miembros de la familia del jefe, dueño, empresario, gerente, director o habilitado principal”.
Ciciliani explicó que la reducción horaria tiene la intención de promover la protección del medio ambiente, la distribución del trabajo en el conjunto social, y una mejor y mayor calidad de vida. Hay que advertir que “la reducción del tiempo de trabajo no podrá significar la reducción de las remuneraciones”.
“Cuando se instauró la jornada laboral de 8 horas los detractores decían que iban a quebrar empresas y que el capitalismo no lo iba a soportar”, señaló la socialista, quien remarcó que quienes objetan su proyecto le señalan el tema del costo laboral que podría subir si se implementa su idea. “Ya se crea menos empleo, no alcanza a cubrir a los que ingresan al mercado”, dijo. Y advirtió en ese sentido: “El costo laboral también se hace a base de impuestos que suman el 50 por ciento sobre el salario. Hay que repensarlo. No tiene sentido un Estado financiado por el trabajo”.
Es por eso que Ciciliani indicó que además de reducir horas, hay que impulsar una reforma impositiva del trabajo y la formación de los trabajadores a lo largo de toda su vida. En ese sentido, también presentó un proyecto de ley para la creación del Instituto Nacional de Formación para el Trabajo. “Se erige como una entidad que brindará mano de obra calificada al mercado laboral y permitirá el desarrollo laboral de ciertos sectores productivos”, sostiene.
“Es el momento oportuno para este debate, pasamos de la política neoliberal que prometía el cielo en los 90' y dejó una desocupación del 25 por ciento, después llegó un crecimiento económico en el que llovieron dólares pero no creó empleos registrados. No alcanzó, hay hoy muchísimo trabajo no registrado que empezó a crecer en el 76' y del 40 por ciento no baja”, argumentó.
A continuación, expresó: “A las tareas penosas las puede hacer un robot pero no creemos el final del trabajo sino que hay mutación”. “Tenemos que lograr trabajo productivo para todos, no puede ser que uno tenga acceso a todo y otros a nada. No hay una legión de vagoas que no quiera trabajar”, agregó.