La imagen es realmente extraña: diez sapos se pasean montados en el lomo de una serpiente en medio de un jardín. Paul Mock sacó la foto en su casa de la ciudad australiana de Kununurra.
El hombre supone que la pitón, de tres metros y medio de largo, “buscaba un lugar más alto” y “se movía a toda velocidad”.
Algunos usuarios de las redes sociales sugirieron que los sapos trataban de salvar su vida usando al reptil como medio para escapar de la amenaza de las lluvias. Sin embargo, Jodi Rowley, una bióloga especializada en anfibios, explicó que lo que realmente estaban intentando los sapos era aparearse con la pitón.
La experta añadió que los machos de sap son bastante impulsivos a la hora de copular, y que ella incluso una vez fue testigo del intento de apareamiento entre un sapo y un mango.