Integrantes de grupo de caníbales que se dedicaba a profanar tumbas y comer cadáveres fueron detenidos luego de que uno de ellos confesara el episodio en la comisaría de la localidad de Estcourt, Sudáfrica.
"Estoy harto de comer carne humana", expresó el apresado, en declaraciones que reproduce el diario La República, de Perú. Llevaba consigo una pierna y una mano de un cadáver para autoincriminarse.
En la vivienda que compartían, la policía encontró una olla con ocho orejas, además del cuerpo mutilado de una mujer.
El alcalde de la localidad de Estcourt, Mthembeni Majola, declaró que debe haber más víctimas.
En Sudáfrica, el canibalismo no es considerado un crímen, por lo que los detenidos solo serán acusados de tener restos humanos sin permiso.