En las últimas horas, la Brigada Antinarcóticos de la PDI de Santa Fe logró desbaratar una banda dedicada al narcotráfico que era liderada por un hombre desde la Unidad Nº6 del Servicio Penitenciario de Rosario. La organización comercializaba estupefacientes en el territorio provincial, en especial en la ciudad de Venado Tuerto y estaba integrada por unas 53 personas, entre ellas un empleado de la Municipalidad venadense. En los allanamientos, secuestraron droga y una ametralladora con la que efectuaron una ráfaga a una mujer por una disputa territorial.
Según datos policiales, la investigación llevada a cabo por el fiscal Arzubi Calvo se originó por denuncias contra una organización narcocriminal con estructuras jerárquicas integrada por, al menos, 53personas, que estaba liderada por Matías Ernesto “El Negro” o “El Bicho” Álvarez.
La banda se dedicaba a la comercialización de drogas en la ciudad de Venado Tuerto, aunque la Policía no descarta que pudieran abarcar otros puntos del territorio provincial.
Fuentes de la investigación indicaron que Álvarez llevaba adelante su negocio telefónicamente desde la Unidad Nº6 del Servicio Penitenciario de Rosario, distribuyendo las tareas que los distintos miembros realizaban. La finalidad era vender drogas a cambio de dinero.
También se informó que el líder ordenó distintos hechos de violencia en Venado Tuerto, entre los cuales se advirtieron tiros a las piernas de un hombre y una ráfaga de disparos mediante una ametralladora al automóvil de otra mujer relacionada con las mismas actividades, con quien tenía disputas territoriales vinculadas al “negocio”. Este último hecho ocurrió a pocas cuadras del pleno centro de la ciudad de Venado Tuerto.
Según las mismas fuentes oficiales, el jefe tenía una “mano derecha” en Venado Tuerto encargado de organizar y llevar a cabo, fuera de la cárcel, las cuestiones relativas al negocio, y cuya mujer además estaba abocada a organizar la “contabilidad” del negocio, manteniéndolo permanentemente actualizado a través de las comunicaciones telefónicas que tenían prácticamente a diario.
La investigación fue dirigida por el fiscal ante el Juzgado Federal de Venado Tuerto, Arzuby Calvo, tuvo una duración de poco menos de seis meses y en su marco fueron intervenidos más de 25 teléfonos celulares y se individualizaron un total de 24 personas dedicadas a la comercialización de material estupefaciente.
Además, fueron efectuadas tareas de inteligencia por intermedio de la Brigada Operativa Antinarcóticos de la PDI mediante las cuales se registraron distintos “pasamanos” con eventuales compradores que concurrían a los diferentes puntos de venta que tenían distribuidos a lo largo y ancho de la ciudad.
También se informó que no se descarta ampliar la investigación por la eventual participación de funcionarios del Servicio Penitenciario Provincial a raíz de la aparente facilidad del cabecilla para seguir dirigiendo la organización desde su celda y su facilidad para conseguir celulares y recibir visitas que recibían directamente instrucciones para llevar adelante el negocio criminal.
Se realizaron 22 allanamientos en la Unidad 6 de Rosario, la comisaría Segunda de Venado Tuerto y el resto domicilios particulares. La Fiscalía solicitó el allanamiento de la Municipalidad venadense, pero el juez no hizo lugar. El motivo es que un empleado municipal está involucrado en esta organización.
En los procedimientos hubo 24 detenidos y se secuestró gran cantidad de material estupefaciente, armas de fuego, vehículos, dinero en efectivo, teléfonos, balanzas, elementos de corte de estupefacientes, municiones, plantas de marihuana, etc.
También se detalló que algunos integrantes de la banda tenían salidas laborales y dormían todas las noches en una comisaría de la ciudad.