Adriana Abaca, la mujer que denunció a bandas narcos de la zona oeste de la ciudad, aseguró que la justicia federal decidió quitarle la custodia de Gendarmería que tenía en su domicilio. Preocupada, fue a reclamar la restitución de esa protección porque, según dijo, las personas que acusó siguen operando en la zona y la tienen amenazada a ella y a su familia. “Nosotros tenemos sentencia de muerte firmada”, expresó.
En diálogo con el programa Pegando la vuelta (Radio 2), Abaca contó que este miércoles al mediodía los propios gendarmes que estaban de custodia frente a su domicilio le notificaron que retirarían por orden del juzgado a cargo de Marcelo Bailaque.
Enterada de la novedad, Adriana fue a reclamar explicaciones a la Fiscalía y allí le dijeron que la causa inicial por la que ella había hecho la denuncia quedó archivada luego de una investigación que dio resultados negativos.
“Yo no quiero dudar de la palabra de los jueces y de los fiscales pero quienes llevan adelante estas pesquisas miran para otro lado porque en el barrio la droga se sigue vendiendo y la cosa sigue mas pesada”, contó la mujer.
Adriana hizo sus primeras denuncias por venta de droga en zona oeste en el año 2012. Según contó, los mismos narcos señalados por ella le tirotearon la casa, atacaron a su hijo e intentaron incendiar un patrullero que custodiaba el domicilio cuando los uniformados no estaban.
“Mi custodia tiene que continuar. La madre del señor que denuncié me dijo que si algo saben ellos es esperar. Nosotros tenemos la sentencia de muerte firmada”, dijo Adriana este miércoles.