El ministro de Justicia y Derechos Humanos, Germán Garavano, reafirmó este jueves la necesidad de cambiar la ley actual del régimen de responsabilidad penal juvenil al sostener que se trata de "una ley de Videla, de la dictadura", y que su modificación significa saldar "una deuda que tenemos con la Democracia".

"En nuestra planificación, el tema es hacerlo después del período electoral, para no entrar en la discusión propiamente de la campaña, pero si se construye previamente consenso con los distintos actores o si los partidos políticos quieren discutirlo en el Parlamento, nosotros no tenemos problemas", afirmó Garavano.

En declaraciones a Télam antes de comenzar una reunión de gestión con el presidente Mauricio Macri en Casa de Gobierno, el ministro Garavano remarcó que "lo que es importante es generar bases para saldar esta deuda que tenemos con la democracia".

"La ley actual es un espanto, es una ley de Videla, del año 80, de la dictadura, tiene más de 36 años, es una ley paternalista que no le reconoce derecho a los jóvenes, que no les permite a los jueces hacer un abordaje con una intervención más activas por parte del Estado", abundó Garavano.

Ese ese sentido, amplió que "lo que hoy todos los expertos coinciden, de todas las corrientes, es que es una deuda de la democracia cambiar esa ley, no podemos seguir con una ley que nos ha traído a la situación en que estamos hoy y que nunca se modificó".

El ministro, quien esta tarde tiene prevista una reunión para analizar el nuevo régimen penal juvenil, explicó a Télam que "ya" estuvo "conversando ya con los más importantes dirigentes de la oposición para ir construyendo consensos".

"Para nosotros -graficó- el eje, y la polémica siempre se centra en la edad, es poder tener realmente un régimen de responsabilidad penal juvenil que permita hacer un abordaje temprano, especialmente de los más jóvenes que cometen sus primeros delitos y que hay que tratar de sacarlos en ese momento, con una buena intervención del Estado, del círculo vicioso del crimen, porque si no ingresan en la mecánica del delito de la cual es difícil salir".

Garavano consideró "clave" poder "romper con ese esquema" en el que "cuando un joven se involucra en un delito, por más leve que sea, un hurto, a veces unas lesiones, un daño, que el Estado se haga presente y que empiece a trabajar con ese joven para que pueda realmente reinsertarse en un espacio educativo, en un espacio laboral".

Además, recordó un documento de la Iglesia señalando que hoy "entre un 70 y un 80 por ciento de las personas que están en las cárceles de mayores cometieron algún delito siendo jóvenes o tuvieron alguna interacción con el sistema penal juvenil".

Por eso, aseguró Garavano, "lo que nosotros tenemos que tratar es de que esas interacciones sean interacciones que permitan que los jóvenes no terminen después en las cárceles".

Esta tarde, el ministro de Justicia y Derechos Humanos presidirá la primera reunión para comenzar a debatir un nuevo régimen penal juvenil, que busca bajar la edad de imputabilidad de los menores, de la que participarán representantes de distintos ministerios, integrantes del Poder Judicial y organizaciones de la sociedad civil.

Fuente: Télam