La infancia es una etapa de alta significatividad y creatividad, lo que implica prestar suma atención al neuropotencial del desarrollo y diversificación de inteligencia que cada niño o niña presenta. La creatividad constituye una construcción compleja, en la que intervienen no solo una red neuronal, sino un conjunto de ellas. Lo que trae aparejado un entramado peculiar y sorprendente que hace en los niños su principal cualidad.
Experiencias de laboratorio realizadas a partir de tareas propias del pensamiento divergente, en las que se ha propuesto a los participantes crear usos alternativos a objetos cotidianos, donde se valora tanto la fluidez como la originalidad de las ideas, se ha demostrado como se activan regiones concretas del cerebro, involucrando una cooperativa de redes neuronales específicas.
Es decir, el pensamiento creativo se da a partir de una estrecha combinación de redes cerebrales. Siendo el pensamiento espontaneo o insight, conocida como red por defecto, asociada a los procesos de visualización e imaginación.
En interacción con otra red que reorienta el proceso hacia lo novedoso y relevante, la red de asignación de relevancia, vinculada a mecanismos de recuperación de la información a partir de la memoria semántica.
Aumentándose en fases posteriores a los procesos creativos, la interacción entre la red por defecto y otra red, de corte cognitivo, la red ejecutiva, responsable de la autorregulación que permite focalizar la atención de forma consciente en la tarea[1].
En el proceso creativo se pueden distinguir 5 etapas, que no son exclusivas, sino que se superponen, pero de una manera simplificada se las distingue:
- Etapa inicial o desafío creativo
El momento de situarse ante la problemática que interesa o se tiene curiosidad. Ver de qué se trata lo que hay que resolver.
- Etapa de gestación de ideas
Es cuando las ideas comienzan a fluir con espontaneidad, se mezclan diferentes conceptos incrementando las conexiones y asociaciones. Se suele comparar los pensamientos de los niños con el agua en un vaso, fluidos, transparentes, inclusivos, y se adaptan al entorno en el que conviven con total naturalidad. Con la contrariedad que se presenta en la escuela, donde este pensamiento liquido con el que crecieron, suele congelarse, provocando desconexiones preocupantes.
Pablo Picasso decía que “todo niño es un artista, y el problema es cómo se continúa siendo artista a medida que crecen”.
Lo importante es seguir generando todas las ideas posibles, porque cuando la idea es juzgada por alguien o auto juzgada, el pensamiento creativo se paraliza, si sucede, estas nuevas ideas volverán a los pensamientos de patrones conocidos, seguros y conservadores del cerebro. Así se explica en la Teoría del Dr. Eric Kandel (Premio Novel de Fisiología y Medicina 2000, por esta contribución). “Neurociencia cognitiva y el estudio de la memoria”.
- Etapa del insight
Pensar productivamente, no reproductivamente, romper con los patrones habituales de pensamiento para resolver creativamente algo. Se trata de esas revelaciones o pensamientos espontáneos que aparecen en cualquier momento y generalmente aparecen del consciente luego de mucho tiempo de trabajo.
- Etapa de valoración
Es el momento de procesar si esa revelación creativa puede hacerse, si tiene valor para hacerla realidad.
- Etapa final o de elaboración
Es la acción de ejecutar lo revelado o insight, mostrarlo, convencer a otros, animarse a cambiar y salir de lo habitual y lineal, para dar lugar a otra realidad.
Estas etapas por las que pasa el niño, hacen visible la emergente necesidad de reconocer otras formas de aprendizaje y la revisión de las prácticas escolares.
Algunos científicos dicen que los adultos tenemos unos 65000 pensamientos por día, y el 95% son los mismos que los del día anterior y también, lo serán para el día siguiente. Somos animales de hábito y nos cuesta romper con esos patrones de pensamiento lineales, estáticos.
Estimular la creatividad, conlleva ser más flexible ante ideas nuevas; empático y positivo si aparecen revelaciones o insights; frenar la irrupción del hemisferio izquierdo intentando corregir; permitir posibles asociaciones y combinaciones; abrazar la ambigüedad; ser cauteloso, tomarse un tiempo para lograr claridad mental; evadir el temor a lo inusual; seguir probando, traspasando el impasse; mantener la energía en el desafío creativo y encontrar lo mejor. Imitar a ese niño interior.
La infancia es una etapa maravillosa de la vida, no apresuremos a los niños, tienen toda la vida para ser grandes. Dejemos que sean ellos mismos los expertos en soñar y disfrutar. Enseñémosles a mirar a los ojos, a escuchar y compartir. Contagiémonos de sus risas, estimulemos su imaginación y creatividad.
[1] Beaty R. E. et al. (2015): “Default and executive network coupling supports creative idea production”. Scientific Reports 5 (10964), 17 jun.
Lic. Sandra Inés Vigo | Presidencia Ejecutiva AMEE-OMEDI. Miembro de la Red Europea de Educación inclusiva y Discapacidad, IncluD-Ed | Entrenadora Internacional Método NeuroPoint | Integrante Red Iberoamericana de Docentes de IBERTIC. OEI | Directora Instituto de Educación Superior N° 4038-SPEP