El sueño actúa como reparador cerebral y la postura puede influir en este proceso. Un reciente estudio publicado en The Journal of Neuroscience concluye que lo más beneficioso para nuestro organismo es dormir de costado.
Investigadores de la Universidad de Stony Brook de Nueva York (Estados Unidos) han usado imágenes de resonancia magnética de contraste dinámico para captar el sistema glinfático del cerebro de ratones y han concluido que dormir de lado favorece la eliminación de residuos del cerebro, algo básico para reducir las posibilidades de sufrir enfermedades con alzhéimer o párkinson en el futuro. Este es un complejo proceso que actúa como motor de limpieza de desechos y otras soluciones químicas dañinas del cerebro, como las proteínas tau o beta amiloide.
Helene Benveniste, líder del estudio, hecho público este verano, indica que, quizá, la postura lateral es una forma inconsciente que usamos humanos y animales para proteger nuestro cerebro. "La posición lateral para dormir es de hecho la más popular en los humanos y en la mayoría de animales, incluso en los salvajes. Parece que hemos adoptado la posición lateral del sueño para limpiar más eficientemente nuestro cerebro de los desechos metabólicos que se acumulan mientras estamos despiertos", ha defendido Benveniste.
Estos resultados hay que leerlos con cautela, como apuntaba el neurobiólogo José Ramón Alonso, catedrático de Biología Celular en la Universidad de Salamanca y director del Laboratorio de Plasticidad Neuronal y Neurorreparación del Instituto de Neurociencias de Castilla y León, en el diario El País.
La solución con la que el cerebro depura sus desperdicios corresponde al flujo cefalorraquídeo. Estudiando este flujo y el movimiento del cerebro en él, los investigadores de la Universidad de Stony Brook han concluido sus resultados. Sin embargo, Alonso cree que tanto de lado como boca abajo el flujo favorece la eliminación de esos desechos del cerebro.
También conviene tener en cuenta otros factores como la respiración durante el sueño, que también influye en el cerebro y, por último, concluir a ciencia cierta las causas de enfermedades como el alzheimer.
Fuente: 20minutos.es