Por ser una especialidad relativamente nueva, en medicina reproductiva es permanente la incorporación de nuevos conocimientos, prácticas y tecnologías. Estos han cambiado su historia y tenemos la fortuna de ser protagonistas de estos cambios en la contemporaneidad en la que los mismos se producen. Rosario3.com fue en busca de la opinión del doctor Carlos Morente, titular de Proar (Programa de Asistencia Reproductiva Rosario), que dio su visión al respecto.
- ¿Qué ocurría con la medicina reproductiva décadas atrás?
- Antes de 1978 hablar que un óvulo podía fertilizarse en un laboratorio y generar un embrión que puesto en el útero daba lugar al nacimiento de un ser vivo era algo concebido como un acto de locura. Tan era así que los pioneros en la materia, los doctores Robert Edwards y Patrick Steptoe, tuvieron que trasladarse del lugar público donde trabajaban a una institución privada que les dio cobijo, ya que el Comité de Ética de la Universidad donde se desempeñaban consideraba sus experimentos poco entendibles.
- ¿Qué cambió luego?
- Fue en el Centro Privado donde lograron lo que a Edwards le significaría la obtención del Nobel por su aporte a la ciencia médica, un reconocimiento tardío pero justo que valora el triunfo del conocimiento sobre la ignorancia; en este caso, para aplicarlo a personas a las que se les ayuda a sortear un problema que les impide ser padres. Muchas veces el mundo vivió guiado por la ignorancia impidiendo el avance del descubrimiento científico; lo sufrió Galileo, Copérnico, y tantos otros…
- ¿Por qué ocurren estas cosas?
- Lo que ocurre que estamos en presencia de logros objetivos trascendentes que despiertan miedo, lo que genera rechazo. Esta dialéctica ignorancia - conocimiento es un diálogo tan antiguo como la misma humanidad. Por otro lado, ocurre que las noticias de los avances científicos a veces se comunican en medios que enfatizan deformando eso mismo que pretenden dar a conocer. Y esto es contraproducente, porque los intereses científicos y los de los medios que comunican son diferentes y hasta contrapuestos. En esto también tenemos que trabajar conjuntamente para que cada avance científico llegue con el alcance que debe tener y evitar las fáciles deformaciones que son tan perjudiciales.
- ¿Qué pasa en la actualidad?
- Desde hace un tiempo, en medicina reproductiva, contamos con el aporte de la genética y esta es una instancia nueva que puede llevar a la confusión del lego. El miedo es a la manipulación, cuestión que ya es histórica traída y llevada incluso por la ficción literaria, que se ha instalado fuertemente en la sociedad y que tiene enfrente a los Comités de Ética que todas las especialidades científicas y médicas respetan.
- ¿Cuál es el aporte de la genética a la medicina reproductiva?
- Hoy la genética viene en nuestra ayuda, primero en el diagnóstico y vamos incorporando nuevas metodologías y tecnologías. Hoy podemos tomar una célula del embrión y analizarla; y ese análisis nos advierte de una cantidad de enfermedades posibles a desarrollarse. Y lo advertimos con mucha anticipación, tanta que el embrión está en el plato de cultivo. Es a esto que llamamos Diagnóstico Genético Pre Implantatorio. Las células estudiadas de ese embrión nos permite detectar posibles enfermedades incompatibles con la vida; de no tenerlas, entonces ese embrión se implanta en el útero de la mujer.