El juez Bonadio aceptó a José López como imputado colaborador. Así, el exsecretario de Obras Públicas se convirtió oficialmente, en imputado colaborador y sus revelaciones ya tienen valor en el expediente judicial que se inició con los cuadernos de Oscar Centeno, el chofer de Roberto Baratta.
Los cuadernos mencionaban un circuito de recaudación ilegal de dinero de empresarios vinculados con las obras públicas. Los empresarios corroboraron esas acusaciones y confesaron pagos indebidos y López, al declarar como arrepentido, explicó cómo funcionaba el mecanismo de recaudación.
Él mismo se reconoció como uno de los recaudadores del dinero que terminaba en manos de Néstor Kirchner en un principio, y en las de Cristina Kirchner tras la muerte del expresidente.
López admitió que el dinero llegaba hasta la exmandataria y se despegó de los 9 millones de dólares que le fueron encontrados en su poder cuando fue detenido en la puerta de un convento en General Rodríguez en 2016.
El exfuncionario, que vive protegido al amparo de un programa de protección del Gobierno, sigue preso, aunque lo sacaron de la cárcel de Ezeiza por su seguridad.
López declaró una vez y luego hizo una ampliación. En sus relatos mencionó a dirigentes de la Cámpora como destinatarios de fondos y habló de una reunión que mantuvo con dos intendentes destinada a trazar una estrategia para frenar el avance de Sergio Massa en la provincia.