La fiscal que investiga el crimen de Anahí Benítez, la adolescente de 16 años encontrada el viernes pasado enterrada en una reserva natural de Lomas de Zamora, aseguró esta mañana que en la casa del nuevo aprehendido fueron encontrados pelos, manchas de sangre y ropa de mujer que ahora serán analizadas para intentar determinar si corresponden a la chica asesinada.
Un hombre de 34 años es el nuevo aprehendido por el crimen de Anahí Benítez. Se trata del ocupante de una casilla lindera a la estación ferroviaria Santa Catalina, ubicada en el mismo predio donde se halló el cadáver, y en cuyo galpón los perros rastreadores detectaron restos de alimentos iguales a los que los forenses descubrieron durante la autopsia en el organismo de la víctima.
Según las fuentes, los investigadores regresaron esta tarde al lugar del hallazgo con canes rastreadores para profundizar la pesquisa ya que consideraban que ese sitio fue la escena secundaria del crimen.
Es que, entre otros indicios, la víctima presentaba un corte en el rostro efectuado con un elemento filoso pero dónde se halló el cuerpo no se detectaron rastros de sangre, lo que abona la hipótesis de que Anahí fue atacada previamente en otro lugar, dijeron los informantes.
Y al seguir esa pista, los perros condujeron a los peritos del Poder Judicial y los efectivos de la División Homicidios de la Policía bonaerense hasta el galpón situado en el fondo de la casilla de este nuevo sospechoso que quedó aprehendido a disposición de las fiscales de la causa, Verónica Pérez y Fabiola Juanatey, de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) de Violencia de Género de Lomas de Zamora.
Por el caso ya había sido aprehendido ayer el profesor de Matemáticas Leonardo Agostino (40), quien esta noche era indagado por las fiscales que tienen plazo hasta las primeras horas de mañana para tomarle declaración y pedir su detención formal al juez de Garantías 4 de Lomas de Zamora, Sebastián Monelos.
En tanto, personal de la División Homicidios, la Dirección Departamental de Investigaciones (DDI) Lomas de Zamora, y la comisaría 4ta. de Llavallol, junto a peritos de la Policía Federal Argentina (PFA) realizaron entre las 22.30 de ayer y las 6 de hoy un allanamiento en la casa de Agostino, quien fue profesor de Anahí en 2015 en la Escuela Normal “Antonio Mentruyt” (ENAM) de Banfield.
Las fuentes precisaron que el procedimiento estuvo supervisado por la fiscal Pérez y el fiscal adjunto de Lomas de Zamora, Sebastián Scalera, y se llevó a cabo en presencia de la madre y la esposa del sospechoso.
En la vivienda, los pesquisas se incautaron de tres CPU, dos notebooks, dos pendrive y una tarjeta de memoria, y también de “anotaciones con posible caligrafía de Anahí”, precisó a Télam una fuente de la investigación.
Si bien los voceros consultados se excusaron de brindar mayores detalles sobre esas escrituras, al parecer, las mismas fueron encontradas en anotadores que funcionaban como diarios íntimos.
A su vez, los expertos de Policía Científica recolectaron del Fiat 147 propiedad de Agostino varias improntas papilares, fibras similares a cabellos, material terroso en el guardabarros y una mancha rojiza presente en el elástico de la funda del asiento del acompañante, precisaron los informantes.
Además, la Unidad Canes realizó un rastrillaje en el inmueble pero con resultado negativo.
Por otro lado, los restos de Anahí fueron inhumados este mediodía en el Cementerio Municipal de Lomas de Zamora, situado en avenida Martín Rodríguez y General Hornos, de la localidad de Villa Centenario.
El cortejo partió a las 11.30 de la sala velatoria Casa Lassalle, ubicada en avenida Hipólito Yrigoyen 8762, en dicho partido de la zona sur del conurbano, acompañado por los aplausos de amigos y familiares de la adolescente asesinada.
La caravana de autos estuvo custodiada por un operativo policial y contó con la asistencia de una ambulancia.
El 29 de julio último, Anahí salió de su casa de Parque Barón a caminar unas cuadras hacia el Parque Municipal Eva Perón y al no regresar su familia denunció su desaparición y comenzó su búsqueda.
El viernes al mediodía, el cadáver de la adolescente fue encontrado desnudo, con lesiones cortantes y contusas en el rostro y la cabeza, enterrado en la Reserva Natural Santa Catalina, un predio de 730 hectáreas que la Policía rastrillaba con perros adiestrados ya que esa zona fue donde se activó la antena de su celular el día que fue vista con vida por última vez.
La fiscal Pérez ratificó que la chica murió por sofocamiento a raíz de una gran congestión pulmonar y que “no surgió ningún signo de defensa" de parte de la víctima, “ni sufrió abuso” sexual.