En diálogo con el programa Radiópolis, que conduce Roberto Caferra, Corti explicó que decidió representar a Pullaro –junto con otro abogado del fuero local– por su coraje. Recordó que fue este legislador quien denunció primero las actividades ilegales de Ascainí y que incluso no se dejó amedrentar cuando éste le envió varias amenazas. Lamentó, por otro lado, que las características del radical parezcan excepcionales y que el resto de sus pares de la Legislatura sólo se limiten a “aplaudir”, en lugar de brindar un apoyo activo. “En vez de palmear tanto, debería acompañar con actos”, insistió.
En tal sentido, aseguró que para que la investigación avance es necesario contar no sólo con la voluntad política de llevar las indagaciones hasta las últimas consecuencias, sino tejer “una red de contención de políticas públicas”.
Consultado sobre su desvinculación del ministerio de seguridad, Corti explicó que la polémica en torno al partido Central-Patronato “generó una simplificación” respecto de su salida de la cartera. Aclaró que el choque deportivo no debía llevarse a cabo en territorio santafesino por cuestiones legales y así se lo hizo saber aquel entonces al gobernador Antonio Bonfatti, quien de todos modos decidió seguir adelante con el evento en la cancha de Colón y “melló dramáticamente” su autoridad política frente a la policía. “Así no se puede siquiera intentar gobernar una fuerza policial que tiene 19 mil agentes”, señaló.
Pero lo verdaderamente lamentable para Corti es que su salida haya sido reducida a un partido de fútbol, cuando en realidad la seguridad de una provincia tan heterogénea como Santa Fe, “con una fuerza de seguridad con altos niveles de problematicidad”, supone atender a un contexto mucho más amplio de cuestiones. “Como el avance de la narcocriminalidad o la cantidad de personas que mueren todos los días”, ilustró.
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