Con la explosión de las redes sociales, elaborar un texto atractivo, adecuado a cada público y gramaticalmente correcto se ha convertido en una demanda muy recurrente tanto de empresas como de instituciones. Para eso se requiere un corrector de textos, un oficio con presente y mucho futuro.
Se trata de una profesión ligada al campo de la Comunicación, la Lengua, la Literatura y el Periodismo, y que combina saberes comunicativos con un excelente manejo del idioma y de las reglas gramaticales. Lo esencial es ser especialista en lingüística.
El corrector de textos es un especialista del lenguaje, que se ocupa de observar, revisar, analizar y reestructurar los textos, según consignó el sitio Universia. Básicamente, es una mezcla entre un técnico del lenguaje y un comunicador, ya que se encarga tanto de la estructura gramatical de los mensajes como del sentido que estos transmiten a partir de su propia construcción.
Los ámbitos en los que se desempeña pueden ser los de asesoría, corrección, explicación o adecuación de un discurso en formato texto, y los lugares de trabajo van desde las salas de redacción, hasta editoriales y áreas de comunicación de una empresa.
Pese a la gran cantidad de correctores automáticos, una persona especialista en este ámbito siempre resulta más idónea, ya que es capaz de sacarle al máximo el jugo al lenguaje para transmitir el mensaje adecuado y conseguir los objetivos trazados.