Luisina Barraud, de 27 años, decidió hacerse una ligadura de trompas pero le negaron el procedimiento en dos clínicas de San Francisco, provincia de Córdoba. Según relató al portal de noticias La Voz del Interior, padece una enfermedad genética que pondría en riesgo su vida en caso de quedar embarazada. Tanto en la clínica Enrique José Carrá como en el Sanatorio Argentino, rechazaron realizar la cirugía por “objeción de conciencia”.
Según le informó a TN, los médicos le aclararon que no iba a poder ser mamá. "Si quedo embarazada, tengo riesgo de muerte. Mi útero no es capaz de llevar adelante una gestación de nueve meses. Es muy factible que se desgarre antes", aclaró. La mujer sufre del síndrome de Ehlers Danlos, una enfermedad poco frecuente que afecta al tejido conectivo.
En primera instancia consultó en la clínica Enrique José Carrá. “A pesar de que conocía mi caso, me hizo un montón de preguntas sobre si estaba completamente segura, acerca de qué opinaban mi pareja y mis padres, y qué haría si me arrepentía. No entendió que estaba en juego mi vida, que no era un capricho”, contó.
Así fue que decidió acudir a un segundo médico en la misma clínica, quien aceptó hacer la cirugía. Sin embargo, la administración del sanatorio determinó que le cobrarían 13.500 pesos a pesar de que la ley 26.130 establece que la cobertura es del cien por ciento. Los únicos requisitos que se piden son ser mayor de edad y firmar consentimiento.
A partir de ello decidió buscar asesoramiento en el Sanatorio Argentino y la médica que la atendió le pidió que se levantara y se fuera. “Esto es la moda de los pañuelos verdes”, dijo. Allí le explicaron que no había ningún otro ginecólogo que no fuera objetor de conciencia. Finalmente, logró que la intervención se realice en un hospital público.
Consultados por La Voz, el director médico de la clínica Carrá dijo que desconocía el caso mientras que el Sanatorio Argentino no dio respuesta porque el vocero estaba de viaje, aunque admitieron que la clínica se había manifestado como objetora de conciencia en otros casos similares.
La directora de Maternidad e Infancia del Ministerio de Salud de la Provincia, Marcela Yanover, señaló que “lo que pasó en San Francisco es una excepción” y afirmó que la anticoncepción quirúrgica “es una práctica que se incentiva”.