Una legislación vigente exige someter a los niños en edad escolar a exámenes médicos en la escuela. Se trata de una estrategia aplicada para detectar una enfermedad en chicos que todavía no han presentado ningún síntoma, y de allí su importancia.

Lucrecia Mata es médica cardióloga y especialista en cardiología infantil a la que Rosario3 consultó al respecto.

¿Cuál es la importancia de estos exámenes?

Lo que hacemos es un circuito de evaluación integral del niño, mediante el cual buscamos chequear si existen anomalías para que, una vez detectadas, podamos actuar tempranamente; y la mejor instancia se nos presenta en la edad escolar. Hay una legislación que indica hacer controles al niño, en preescolar, en primer, cuarto y sexto grado, consiste en una consulta cardiológica, oftalmológica, odontológica, fonoaudiológica y con un examen con el pediatra clínica.

De esta forma, se le hace al niño un examen exhaustivo. El pediatra clínico hace los controles del desarrollo, medidas y peso y talla; los demás hacen el examen de su especialidad y yo como cardióloga me encargo de predeportivo que exige la evaluación cardiovascular con el electrocardiograma. Con esta evaluación podemos llegar a detectar alguna cardiopatía que nos marque un seguimiento y control de ese niño sobre todo en aquellas anomalías que pueden poner en riesgo la vida del niño.

Si se llega a detectar algo, ¿qué ocurre?

Se le hace una consulta más profunda y exhaustiva de cardiología exclusivamente.

¿Para qué se hacen estos exámenes?

Son una manera de investigar en un grupo grande de chicos cómo está la salud. No está mal, ya que si en ese primer examen se detecta alguna anomalía se le hace al niño un examen más exhaustivo usando todo el tiempo y los elementos necesarios para tal fin. Además, nos permite pedir estudios complementarios que nos pueden ayudar a hacer diagnósticos tempranos y aconsejar a los padres convenientemente.

En cuanto a la práctica de deportes, ¿los padres ponen empeño en hacerlos entrenar de forma competitiva desde temprana edad?

Sí. El más popular es el fútbol. Nosotros vemos con estos exámenes predeportivos unos 3500 chicos por temporada y el deporte elegido por la mayoría es el fútbol no sólo por ser popular sino porque es el más accesible a todos los niños y a todas las clases sociales.

Le siguen de cerca el rugby y para las chicas el hockey. También el taekwondo. Lo que vemos es que se los comienza a exigir con la práctica competitiva a partir de una corta edad. En las niñas la competitividad tiene menor impacto.

¿Y allí comienzan las exigencias desmedidas en algunos casos para con los niños?

Sí. Y se juntan las exigencias de los clubes, de los entrenadores, sumadas a la de los padres hacía un chico que está comenzando con su desarrollo corporal. Muchas veces los chicos llegan a las consulta indicando síntomas que suelen ser fisiológicos, propios de las diferentes etapas de su desarrollo, como palpitaciones o falta de aire, que son el resultados de la misma actividad física.

Lo que hacemos es explicarles algo tan sencillo que ellos desconocen. Lo que ocurre es que la competencia puede exacerbar molestias y malestares sobre todo cuando se los saca de lo recreativo para someterlos a exigencias para las que los chicos, a cierta edad, no están preparados.

Hay quienes pretenden que se extiendan certificados a chicos de seis años para que hagan prácticas competitivas. A los seis años no se le puede hacer a un chico una ergometría de esfuerzo. Es impensable subir un chico a esa edad a una cinta; y este es el estudio que nos habilita para decir que una persona puede hacer determinados esfuerzos en competición. Nosotros los habilitamos a hacer prácticas recreativas acorde a su edad. Debemos invitarlos a las actividades lúdicas, pero vemos que las exigencias comienzan cada vez más, a edades tempranas.

Doctora Lucrecia Mata | médica cardióloga, especialista en Cardiología Infantil | matrícula 16682 | Instituto de Cardiología del Sanatorio Británico