En 24 horas el escenario de crisis (casi colapso) que presentaban las autoridades locales para el transporte público quedó modificado. Hubo anuncios de aportes del gobierno nacional y del provincial. ¿Pero cuánto influye en el esquema de costos para definir el precio del boleto? El oficialismo, por ahora, mantiene su pedido de aumento de la tarifa a 8,50 pesos. Pero necesita generar consenso en el Concejo porque no tiene los votos propios. El PRO ya adelantó su postura: dejar el boleto en 8 pesos sería “razonable”.
El socialismo aseguró que los subsidios del gobierno nacional, confirmados el martes, permitirán financiar los aumentos salariales de los choferes y de los combustibles. En tanto, el anuncio del gobernador Miguel Lifschitz se destinará al financiamiento de la compra de nuevos colectivos y al desarrollo del sistema eléctrico (trolebuses). Es decir, no modifica el esquema de costos del boleto.
“Estamos buscando un consenso con todos los sectores y queremos una tarifa lo más aceptable para el bolsillo de los rosarinos”, dijo la intendenta Mónica Fein.
La concejala oficialista Verónica Irízar amplió al programa La primera de la tarde (Radio 2) que en la reunión de comisión de este jueves mantendrán el pedido de aumento de la tarifa a 8,50 pesos que refleja “la situación al mes de febrero, y si bien hubo aumentos (en estas semanas), de todas formas lo mantenemos”. Precisó que con esa ecuación persiste un déficit mensual de “31 millones y medio” de pesos.
La edila, ex secretaria de Hacienda, valoró los últimos anuncios “pero ninguno de los dos tiene reflejos en el estudio de costos que estamos discutiendo en el Concejo”.
El Frente Progresista contiene nueve voluntades y necesita más para poder aprobar el proyecto. Los cinco votos del PRO pueden ser clave para ese propósito. El titular de esa bancada, Alejandro Roselló, reconoció el “gesto político” de Lifschitz pero dijo que analizarán “cómo impacta en términos reales en el valor del boleto”.
El edil señaló a Radio 2 que no acompañarán el escrito del oficialismo y aseguró que analizarán aprobar la suba menor posible para “no dañar a los trabajadores y los estudiantes de Rosario” y a la vez “ver la franja que tenemos para no poner en riesgo el sistema”.
Si, como adelantó Irizar, no incide en esa cuenta, entonces para Roselló sería razonable un precio a 8 pesos (50 centavos menos que la solicitud del Ejecutivo local).
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