Las altas temperaturas veraniegas dan pie a un problema de salud en crecimiento como es la adicción al bronceado, también conocida como tanorexia. Se trata de una condición por la cual la persona se obsesiona con lograr un tono de piel más oscura y para lograrlo se expone durante más de lo recomendable a los rayos ultravioletas o a la cama solar.

Los datos nacionales corresponden a un relevamiento que realizó la Sociedad Argentina de Dermatología en 2013. De los más de 9500 encuestados, el 29% dijo que se expone al sol diariamente. A su vez, el 28,5% afirmó que no se protege nunca de los rayos UV, mientras el 24,5% sólo lo hace en vacaciones.

“Sólo la mitad de los encuestados aplica más de una vez al día el protector solar, y comparado con cinco años atrás, esto no varió. No protegerse de las radiaciones ultravioletas conlleva consecuencias preocupantes para la salud de la población”, manifestó la doctora Laura Mijelshon, dermatóloga y directora del Centro Piel y Estética, y consignó el portal Doc Salud.

Pese a que la gran mayoría conoce las consecuencias de las radiaciones UV, son pocos los que toman las precauciones de usar protector, renovarlo cada dos horas y no tomar sol entre las 11 y las 16.

Para la profesional, esto se debe a que muchos son adictos al sol, y se puede descubrir si uno lo es si la mayoría de las respuestas a las siguientes preguntas son afirmativas:

- ¿Ha abandonado actividades cotidianas para ir ansiosamente a camas solares o a tomar sol?

- ¿Siente que usted nunca logra el bronceado soñado porque le gustaría tener más color?

- ¿Cree que el tener un color de piel más bronceado le permite hacer más amistades y relaciones?

- ¿Piensa que el estar muy bronceado es signo de salud y energía?