Si un niño insulta, humilla y persigue constantemente a otro de manera reiterada en el tiempo, y éste llora o se queja, sabemos que se está produciendo un caso de bullying o acoso escolar. Pero, ¿qué pasa cuando las señales son más sutiles? ¿Cuándo tanto acosador como acosado muestran una aparentemente normalidad ante el resto de la clase? Pasa que el bullying, silencioso y terriblemente astuto, se instala en los protagonistas sin que nadie sea capaz de percibir nada.
Es fácil detectar un caso de bullying cuando hablamos de peleas constantes, de gritos y arañazos, de amenazas a base de insultos... Pero, ¿y si no hay gritos, ni puñetazos, ni palabras feas que podamos ver o escuchar? ¿Qué ocurre cuando el bullying es silencioso y envenena poco a poco a la víctima? ¿Y si la víctima no es capaz de decir nada? ¿Y si está totalmente bloqueado? Lo dice, sí, pero no con palabras. Con gestos.
El portal guiainfantil explica qué señales activan el botón de alerta ante un caso de bullying. Aprendé a interpretar todas estas señales para detectar el bullying a tiempo:
1. Habla menos
Si tu hijo de pronto decide no contar absolutamente nada, si deja de contarte cómo le fue en el colegio, o qué pasó en clase, es que hay algo que intenta ocultar. Algo que no quiere que sepas. O algo que teme contar.
2. Se ha vuelto más introvertido
Ahora le cuesta más comunicarse con los demás y expresar sus emociones. Esto es una consecuencia de la pérdida de autoestima y confianza en sí mismo que genera un caso de bullying.
3. Deja de salir con los amigos
Prefiere quedarse en casa. Ahora le cuesta más abrirse al mundo exterior. Siente que en casa está protegido.
4. Está más sensible
Llora más o se enfada con más facilidad. E incluso, puedes detectar una ligera apatía o depresión. Ya no sonríe como antes, no le hacen gracias los mismos chistes. Le cuesta más pensar en positivo...
5. Come menos
La pérdida de apetito es una respuesta física ante determinados estados de ánimo relacionados con la angustia, la tristeza... Una de las señales físicas de acoso escolar (evidentemente, junto con arañazos o algún golpe que haya recibido) es la pérdida de peso.
6. Lo notás desilusionado
De pronto tu hijo, al que le encantaba jugar al fútbol los fines de semana e ir al cine de vez en cuando, parece que ya no tiene los mismos intereses. Todo parece darle igual. Y simplemente 'se deja llevar'.
7. Saca peores notas
El acoso suele hacer mella en la víctima, consiguiendo que su terrible angustia haga que descuide más los estudios.
8. No cuida su aspecto físico
Tal vez porque intente pasar desapercibido, ya no dedica el tiempo que antes dedicaba a arreglarse cada día. E incluso, puede llegar a descuidar la higiene.
9. Ataques de ansiedad
El bullying genera en el niño una terrible ansiedad que se puede manifestar a través de pequeños detalles o explotar en un ataque de ansiedad (dificultad para respirar, aceleración del corazón..). Sin embargo, la ansiedad también puede aparecer de forma menos visible. Por ejemplo, tu hijo puede presentar más problemas para dormir, puede tener más pesadillas, mareos, dolor de cabeza...
10. Más agresividad
No todas las víctimas de bullying se encierran al llegar a casa en una burbuja. Algunos niños se vuelven más violentos en casa, en un intento desesperado de llamar la atención de un problema que no son capaces de explicar mediante la palabra.
Para ser conscientes de todas estas señales, no queda otra que observar, comprender y atender. O dicho de otra manera: sacar todo el jugo posible al maravilloso don de la empatía e intentar vestirnos con su piel. Pero antes, para conseguir 'ver' esos cambios repentinos en el niño, es indispensable conocerle. Si no sabes cómo es tu hijo en realidad, no serás capaz de ver los cambios en él.
Señales de bullying en el caso del niño acosador
Entre los acosadores, a veces también aparecen señales por medio de la comunicación no verbal. Es importante detectar todas estas señales a tiempo. El bullying es como ese virus que se va 'incubando', hasta que de pronto aparece, sin más, de forma explosiva y devastadora. Si conseguimos detener el 'virus' a tiempo, el daño será menor.
Un niño acosador puede parecer más o menos 'normal' ante sus profesores, pero sí se observan detalles como estos:
- La mirada
No siempre se insulta con la palabra. Algunos acosadores saben utilizar muy bien una mirada agresiva, desafiante y prepotente que intimida al niño acosado.
- Aislamiento
Algunos acosadores buscan el aislamiento del niño acosado. Son auténticos estrategas. Buscan la complicidad del resto de niños para que se pongan de su parte y dejen solo al niño acosado.
- Teléfono y redes sociales
Cuando el acoso llega por medio de las nuevas tecnologías, los profesores tienen más problemas para detectarlo.
- Aprobación de las conductas de acoso de otros
El simple hecho de ponerse del lado de los que acosan, convierten a un niño en cómplice, en un acosador más.