Diez años atrás parecía imposible pensar en la posibilidad de tener teléfonos móviles o tabletas en clase. De hecho, hace apenas unos dos años su uso en clase podía considerarse como nocivo para los estudiantes y por lo tanto causar sanciones por parte de los profesores.
En la actualidad, parece imposible pensar en un momento del día en que no se empleen los dispositivos móviles. Estos forman parte de nuestra vida cotidiana, incluso en mayor forma de lo que puede percibirse a simple vista.
Al mismo tiempo, la Pedagogía ha evolucionado para intentar contemplar las necesidades de los estudiantes contemporáneos, y por tanto, se ha flexibilizado respecto al uso de las TIC en el aula. Es así, que surgen modalidades como el mobile learning.
¿Qué es el mobile learning?
En la era de la educación online, el mobile learning se presenta como al metodología que permite e incentiva el uso de dispositivos móviles como recurso educativo dentro del aula y fuera de esta. Es decir, una forma de aprendizaje en la que el acceso al conocimiento, la resolución de problemas, las tareas e incluso la participación en clase se realizan mediante dispositivos móviles.
Esta tendencia celebra la introducción de las nuevas tecnologías en el aula como forma de brindar al estudiante independencia del docente cuando se trata de buscar información y, al mismo tiempo, una formación directa para el desarrollo de habilidades digitales.
De acuerdo a los estudios realizados, este tipo de experiencias pueden impulsar el aprendizaje autónomo, potenciar la creatividad e incluso mejorar la capacidad de trabajo en equipo cuando el docente apuesta por el uso de los dispositivos móviles de forma colaborativa.
Cómo aplicarlo en el aula?
Existen decenas de consejos para profesores interesados en promover la educación online y aplicar el mobile learning en sus clases, que van mucho más allá de simplemente permitir el uso de teléfonos y tabletas en clase. De hecho, si estos no se incorporan al programa académico de una forma planificada, de nada valdrá su uso en el aula.
Para que las posibilidades que permite esta tecnología se reflejen en la formación del alumno, es necesario que el docente incentive su uso. Además, que lo incorpore en las dinámicas de clase, empleando recursos online y herramientas digitales a las que los estudiantes puedan acceder desde los dispositivos.
Por ello, existen tantas formas de aplicarlo como ideas en la mente de los docentes. Desde simples búsquedas de información para temáticas de clase, hasta la realización de exámenes online.
Lo importante respecto a esta metodología es comprender que no busca reemplazar otros procesos de aprendizaje, sino que pretende ampliar las posibilidades de los estudiantes permitiendo una mayor interacción con sus compañeros y docentes, empleando para ello un medio en el que los alumnos contemporáneos se sienten plenamente a gusto.
Fuente: Universia Argentina