Las autoridades chinas anunciaron que el primer laboratorio espacial no tripulado, Tiangong-1, caerá a la Tierra de manera controlada en la primera mitad de este año sin suponer un peligro para la población.
Zhu Zongpeng, el experto de la Academia china de Tecnología Espacial que diseño el laboratorio espacial, explicó que el aparato está siendo constantemente controlado por los científicos, y que parte de la nave se quemará durante el reingresó en la atmósfera, mientras que el resto caerá en un área designada para ello en el Océano Pacífico.
En una entrevista al Diario de Ciencia y Tecnología recogida hoy por el diario Daily China y citada por EFE, Zongpeng, desmintió las informaciones divulgadas en los últimos días que alertaron de que la nave estaba fuera de control y se estrellaría contra la Tierra con combustible tóxico sobrante.
En una comunicación enviada en mayo a la Comisión de la ONU sobre el Uso Pacífico del Espacio Ultraterrestre, las autoridades espaciales chinas dijeron que el Tiangong I está bajo constante vigilancia.
"De acuerdo con los cálculos y análisis que se han llevado a cabo, la mayoría de los componentes estructurales del Tiangong-1 serán destruidos al quemarse durante el curso de la reentrada", señaló el documento, que aclaró que "la probabilidad de poner en peligro y causar daños a la aviación y las actividades en Tierra es muy baja".
El lanzamiento en 2011 del primer laboratorio espacial chino supuso un hito en la carrera espacial de Beijing de cara a su plan de establecer la estación espacial permanente.
Al Tiangong-1, de 8,5 toneladas de peso, 10,4 metros y diámetro de 3,35 metros, se acoplaron dos misiones tripuladas en 2012 y 2013 (la Shenzhou-9 y la 10).
En 2016, China dio otro paso más con el lanzamiento de su segundo laboratorio, el Tiangong-2, que cuenta con numerosos avances con respecto al Tiangong-1 (entre otros, dormitorio, comedor y zonas de recreo para los astronautas), aunque tomó como base al primero.
China, que empezó su programa espacial en 1992 ya se convirtió en el tercer país (tras Estados Unidos y Rusia) en enviar astronautas al espacio en 2003, y tiene previsto lanzar en 2019 el módulo central de la estación orbital, que espera que esté en servicio para 2022.