Un joven que estaba preso en la comisaría 5ª se escapó por los techos y se presentó en el patio de la casa de al lado, la vivienda de Rodolfo, quien no sale de su asombro. Es que anoche, cenaba en el patio del inmueble con su familia cuando se presentó el prófugo en estado de alteración. Afortunadamente, se escurrió rápido. La permanencia de internos en la seccional es padecida por los habitantes de la zona quienes soportan gritos constantes de los presos. También sufrieron una fuga el año pasado.
En diálogo con Cada Día (El Tres), Rodolfo, quien vive en una casa lindera a la comisaría de Italia al 2100, relató que este martes a la noche estaba cenando en su patio cuando apareció un joven en estado de estrés y alteración proveniente de la seccional. Maximiliano Sebastián Herrera, quien hoy iba a ser imputado iba a ser imputado por el fiscal de Flagrancia José Luis Caterina por robo agravado por escalamiento y participación de un menor, se acababa de escapar junto a otro interno –fue atrapado por la Policía– y en su huida por los techos pasó por este inmueble.
“Sentimos desesperación, estábamos indefensos ante este joven que parecía un lobo furioso haciendo cualquier cosa por huir”, sostuvo el vecino, quien logró llamar al 911. Rápidamente llegaron 20 patrulleros: “Nunca vi tal cantidad de policías, entraron a mi casa con armas largas buscando al preso pero ya se había escapado saltando los techos”, relató.
Rodolfo denunció que los habitantes de las inmediaciones padecen la presencia de personas en estado de privación de la libertad en ese lugar. “No es un penal, es una cárcel. (Maximiliano) Pullaro miente cuando dice que es transitorio. Hay personas que violaron, mataron y robaron y estamos pegados a ellos”, observó.
También contó que escuchan los gritos “espeluznantes” de los internos a quienes “nadie los atiende”. “Están cerrados como perros y salen como lobos”, manifestó.
En abril del año pasado se produjo una fuga de esa misma seccional. Los reclusos estaban alojados en uno de los nuevos módulos de detención. En la comisaría había 40 detenidos cuando tiene capacidad para 20.