El narcotráfico es el crimen organizado que mayores ganancias genera a nivel global. Miles de millones de dólares que se relacionan con este delito participan en la economía mundial y ayudan a mantener el sistema capitalista. Por esto, y por la fuerte conexión entre oferta y demanda, es imposible pensar en su extinción, aunque sí son viables mecanismos de control que ayuden a bajar los niveles de violencia que genera. Éste es el enfoque planteado por la periodista mexicana Cecilia González en su libro “Todo lo que necesitas saber sobre narcotráfico”, que se presentará este jueves en la ciudad, invitada por el Sindicato de Prensa Rosario.
En el programa A la vuelta (Radio 2), la periodista describió al narcotráfico como un crimen complejo que durante las últimas cuatro décadas “se ha manejado con una visión colmada de amarillismo y de prejuicios y con muy poca información real y concreta. Hay demasiado alarmismo, pero muy poca conciencia de lo que implica el fenómeno a nivel global y cómo aterriza en lo local en cada uno de nuestros países”, señaló la autora.
El libro enfoca el tema del narcotráfico con una mirada global y, no por casualidad, comienza refiriéndose a las ganancias que genera. “De esto se dice muy poco y se maneja con mucha hipocresía. A nivel internacional se habla mucho del Chapo Guzmán o de Pablo Escobar, es decir, de los grandes malos de la historia del narcotráfico, pero poco y nada se difunde de los banqueros que lavan las ganancias multimillonarias del narcotráfico”, explicó González, y señaló a Estados Unidos donde “hay escándalos probadísimos de banqueros que lavan dinero del narcotráfico, pero nunca se llegan a conocer ni sus nombres ni los nombres de los funcionarios de menor, mediano o alto grado que están involucrados; sus identidades se mantienen ocultas”.
Con mirada crítica sobre el funcionamiento de la Justicia en el país más poderoso del mundo, la autora apunta que “aunque se prueba y se juzga el narcotráfico, a los responsables se los sanciona irrisoriamente con multas millonarias que pueden pagar sin problemas y se les da una palmadita en el hombro diciéndoles «no lo vuelvas a hacer». Entonces, todo continúa como siempre”.
“Estados Unidos insiste, hipócritamente, en que los latinoamericanos van a llenarlos de droga; pero son ellos los que la consumen. Su población es la que más droga consume a nivel mundial, y sobre esto el gobierno estadounidense no hace ninguna autocrítica”, remarcó la periodista y aseguró que “en el hipotético caso de que se legalizara el mercado y dejaran de producirse estas ganancias ilícitas, podría haber recesión mundial, dado el volumen de capitales que mueve el negocio de las drogas”.
Involucrados, responsabilidades y líneas de acción
Según describe González en su libro, en la década de 1970 hubo una bajada de línea muy fuerte desde Estados Unidos, según la cual las drogas son malas y quien las consume, es un delincuente. “Esto no necesariamente es así. Las drogas no son malas en sí y delincuente es el que trafica con ellas. La criminalización de los usuarios fue un problema que ha derivado en violaciones a los derechos humanos, y a muchos adictos se les sigue haciendo difícil pedir ayuda y recibir tratamiento justamente porque si lo hacen, son tratados como delincuentes”, señaló.
La investigadora insistió en la necesidad de diferenciar cada uno de los protagonistas que intervienen para que se produzca el narcotráfico y citó la descriminalización de los usuarios, como la propuesta más fuerte que gana consenso a nivel mundial. “A los adictos –dijo– se los debe tratar como personas que tienen problemas de salud, no como delincuentes”.
Cuando se buscan soluciones al problema, se suele hablar sólo de la legalización; pero son varias las propuestas que se barajan. “Hay que hacer algo nuevo, porque lo que ya se hizo, no funcionó. Y lo que se haga de ahora en más deberá tener una visión realista porque el narcotráfico no va a terminar. Siempre hay gente que necesita las drogas y gente que se las va a vender. Si nos remontamos a la prehistoria, vemos que la humanidad siempre consumió drogas. Entonces, lo que se puede hacer es regular los mercados de manera tal que la violencia que se genera a partir del narcotráfico –porque algunas drogas son ilegales– disminuya radicalmente. Ésa es la gran apuesta”, aseguró.
La degradación de la sociedad civil
Hay quienes dicen: «Y bueno, total yo no estoy asesinando; no estoy cometiendo el crimen de manera directa». Eso va limando a las sociedades”
González se resiste a generalizar respecto del rol que cumple la sociedad en los países donde el narcotráfico ha alcanzado mayor desarrollo. Según explicó, “hay microsociedades; no hay sociedades homogéneas. A cada una de ellas hay que entenderla sin juzgarla”.
Mencionó a Sinaloa y Medellín como ciudades donde el narcotráfico tiene raigambre centenaria, y la gente nace y ve como algo de todos los días el desarrollo del crimen organizado, no hay una percepción de que eso está mal. “Se vive como algo natural y normal, aunque esté penado por la ley. No hay conciencia personal de que se esté haciendo algo mal”, afirmó.
“En ese contexto, si yo soy un cura y me ponen en la iglesia candelabros de plata, o si soy una ciudadana común y corriente y me pavimentan la calle o me ponen linda la plaza, hay quienes dicen: «Y bueno, total yo no estoy asesinando; no estoy cometiendo el crimen de manera directa». Eso va limando a las sociedades. Se van agravando las condiciones de habitabilidad”, añadió.
El “negocio” de la legalidad
González plantea –y transmite la inquietud a los lectores de su libro– por qué el tabaco y el alcohol son sustancias legales y las drogas, no. Y para ir en busca de respuestas, vuelve la mirada al gran país del norte y su dispar vara para medir la legalidad o ilegalidad de una actividad, en función de su presencia o ausencia en el negocio.
Las empresas líderes de producción de tabaco y alcohol pertenecen a Estados Unidos, país que a pesar de su poderío económico, no produce hoja de coca. Marihuana recién comenzó a producir en la última década.
“A partir de esto –señaló la periodista– hay historiadores y analistas que explican el prohibicionismo y las políticas represivas, con base en el hecho de que Estados Unidos no produce estas drogas ilegales. Si las produjera serían legales porque ganarían muchísimo dinero con eso”.
De Ciudad Juárez a Rosario
Rosario ha sido afectada por una visión estigmatizante en relación con el narcotráfico”
Según la observadora mexicana, “Rosario ha sido afectada por una visión estigmatizante en relación con el narcotráfico. Si bien es cierto que el número de asesinatos la convirtió en la ciudad más peligrosa de Argentina en los últimos 3 años, habría que desglosar más en detalle”, sugirió González.
“Mucho se dijo que Argentina se estaba mexicanizando y que Rosario iba a ser la nueva Ciudad Juárez. Sin embargo, no se pueden comparar ambas realidades; habría que analizar cada fenómeno de manera particular”, dijo en alusión a la ciudad mexicana donde funciona la base de operaciones del famoso Cártel de Juárez, organización criminal dedicada al tráfico de drogas y otras actividades ilícitas.
“No pueden compararse ambas ciudades”, dijo la periodista y elogió un fallo inédito del Juzgado Federal Nº 3 de Rosario, que consideró a los denominados “soldaditos” (chicos y jóvenes que trabajan en condiciones de servidumbre encerrados en los búnkers) como “víctimas de trata y no como victimarios”. (Audio de la entrevista, al pie).
“Que no se criminalice a los soldaditos es una visión muy positiva porque permite llegar más arriba en la investigación y responsabilizar a los verdaderos victimarios. No se puede tratar, ni condenar, ni sentenciar de la misma forma a ese menor que está en el búnker, reducido a situaciones de esclavitud, que a los grandes jefes narcotraficantes, sentenció.
La presentación del libro en Rosario
Cecilia González presentará su libro “Todo lo que necesitas saber sobre narcotráfico” este jueves 24 de septiembre, a las 19, en la librería de Sarmiento 829. Durante la presentación, la autora dialogará con la periodista Silvina Tamous, editora de la sección Policiales del diario El Ciudadano.
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