El calcio es uno de los minerales esenciales más importantes para la salud y, de hecho, es el más abundante en todo el cuerpo. Está presente en mayores proporciones en los huesos y los dientes, siendo la sustancia que les brinda densidad y fuerza.
En menor medida también interfiere en la salud sanguínea y del sistema nervioso, participando en la realización de varios procesos vitales.Inclusive, se sabe que actúa sobre el ritmo cardíaco, la coagulación de la sangre y la capacidad de los músculos para contraerse y relajarse.
El problema es que algunas veces su disponibilidad está limitada y se presentan dificultades para absorber las cantidades correctas. Como consecuencia, se desencadenan algunas dolencias y problemas de salud que, al no controlarse, pueden disminuir la calidad de vida, tal como sostiene el portal mejorconsalud.
A continuación hay 7 métodos naturales que ayudan a mejorarar su asimilación, controlando la deficiencia antes de que genere complicaciones mayores:
1. Aumentá el consumo de calcio
Por obvias razones, para garantizar una buena absorción de calcio, es fundamental aumentar el consumo de los alimentos que lo contienen. Si bien la cantidad varía en función del sexo, la edad y la altura, en general se considera que una ingesta adecuada es de 1000 mg por día. Esta puede ser hasta de 1200 mg en mujeres en estado de embarazo o personas de la tercera edad.
Algunas de sus fuentes naturales son:
- Lácteos
- Brócoli
- Huevos
- Pescados
- Soja y sus derivados
- Garbanzos
2. Garantizá una buena absorción de vitamina D
La deficiencia de vitamina D es uno de los factores que influye en la pérdida de calcio en todo el organismo. Este nutriente esencial, que se obtiene cuando exponemos la piel al sol, favorece la absorción de calcio en el intestino y facilita su síntesis y utilización.
Es bueno obtenerlo con baños de sol, aunque se deben tomar medidas preventivas para evitar efectos negativos en la piel por los rayos UV. Otras formas de absorberlo es añadiendo en la dieta alimentos como:
- Aceites de pescado
- Huevos
- Sardinas
- Salmón
- Leche cruda
- Champiñones
3. Limitá el consumo de grasa
Aunque lo has pasado por alto todo el tiempo, las dietas ricas en grasa son uno de los factores que limitan la absorción de calcio en el organismo. De nada sirve que consumas fuentes de calcio si, más tarde, afectas su asimilación al consumir frituras, embutidos y otros alimentos llenos de grasas saturadas.
4. Consumí proteínas de manera equilibrada
Las proteínas son básicas en todo plan de alimentación y, de hecho, en cierta medida son necesarias para que el calcio se asimile en el cuerpo. No obstante, es primordial mantener un consumo equilibrado, no excedido, puesto que ingerirlas en grandes cantidades puede ser contraproducente para mantener este mineral en niveles adecuados.
Procura obtenerlas de alimentos como:
- Legumbres
- Pollo
- Pescados grasos
- Frutos secos
- Yogur natural
5. Revisá la forma de cocinar tus alimentos
¿Estás eligiendo un buen método de cocción para los alimentos? Aunque quizá es una de las cosas que más ignoras, esta tiene mucho que ver con la facilidad o dificultad que tiene el cuerpo para obtener el calcio.
Cuando cocinas los alimentos a temperaturas demasiado altas, sobre todo disueltos en agua, estos tienden a reducir su cantidad de minerales. Por este motivo, si tu objetivo es mejorar la asimilación de calcio, cociná a fuego bajo, durante el menor tiempo posible. Si se trata de una fruta o vegetal, procurá ingerirlo crudo.
6. Evitá las dietas ácidas
La ingesta habitual de alimentos que acidifican el organismo puede dificultar la absorción de minerales esenciales y, a medio y largo plazo, generan deficiencias nutricionales. Para evitar que estos afecten la correcta síntesis de calcio, debés limitar la ingesta de productos como:
- Café
- Azúcar
- Refrescos
- Comidas precocinadas
- Enlatados
- Carnes embutidas
7. Incluí clorofila en tu dieta
Incluir suplementos de clorofila en la dieta regular es un hábito extraordinario para garantizar una mejor absorción de este mineral. Sus compuestos naturales optimizan los procesos metabólicos y, además, evitan que las vitaminas y minerales se pierdan a través de la orina.