Una reunión entre representantes de 40 municipios y comunas de la provincia de Santa Fe tuvo lugar este lunes en la ciudad Capital provincial, encabezada por el ministro de Gobierno y Reforma del Estado, Pablo Farías, a fin de avanzar en la conformación de un protocolo provincial aplicable a la realización de fiestas masivas y eventos musicales. De acuerdo a lo que informaron desde la Municipalidad de Rosario, durante el encuentro, en el que participó el subsecretario de la Secretaría de Control y Convivencia Ciudadana, Guillermo Turrín, se inició un diálogo en el que cada uno expuso las problemáticas particulares a fin de obtener un panorama acabado de la temática en todo el territorio. El protocolo aplicado para estos casos en Rosario es el modelo que se tomó como base.
“Tuvimos una reunión para establecer pisos mínimos que conformen una regulación unificada para eventos masivos a fin de que se desarrollen con tranquilidad y seguridad. Nunca se habló de prohibición sino de la necesidad de aumentar los controles y promover la reducción de daños y la prevención de riesgos”, advirtió el funcionario, quien señaló: “Cada localidad presentó su realidad que es diversa y distinta a la de las otras, sobre todo a Rosario y Santa Fe que cuentan con normativa y estructuras de control más avanzadas. En esta ocasión nos escuchamos mutuamente y establecimos la necesidad de llegar a un acuerdo que se traduzca es un proyecto de ley para elevar a la Legislatura”.
La semana pasada, el gobernador Miguel Lifschitz anunció que se convocarían a las localidades más importantes ante la necesidad de crear una serie de exigencias comunes para toda la provincia en materia de factor ocupacional, provisión de agua, asistencia médica y la presencia de bomberos y Policía en los lugares donde se desarrollen fiestas multitudinarias o concentraciones culturales, y alrededores, entre otros aspectos, con el objetivo de preservar la integridad de las personas que asistan, tanto en lo que refiere a su seguridad como también a su salud.
Es por eso que este lunes se concretó el primer paso en ese sentido: “Claramente, los puntos principales que se abordaron tienen que ver con lo que se está desarrollando hace tiempo en nuestra ciudad”, destacó Turrín en relación al protocolo en cobertura sanitaria en fiestas de música electrónica y actividades musicales aplicado por la Municipalidad de Rosario exitosamente en los diez eventos de este tipo que tuvieron lugar en Rosario.
El protocolo rosarino
Fue elaborado en abril de 2016 tras la fatal fiesta electrónica Time Warp que tuvo lugar en Capital Federal con el saldo de cinco muertes. A modo preventivo y de control, en Rosario se dispusieron una serie de acciones donde la articulación entre distintas áreas municipales, provincia les y nacionales a través de un trabajo coordinado generaron mayores condiciones de Seguridad. Se estableció la obligatoriedad de conocer con 20 días de anticipación el desarrollo del evento para poder elaborar un plan de contención y coordinación con diversos servicios de seguridad pública y salud.
Se exige a la empresa organizadora una cobertura sanitaria que garantice la rápida respuesta ante las diversas situaciones que puedan ocurrir. También se le exige: puestos sanitario con médico y paramédicos, contar con equipamiento con todos los elementos de Electromedicina (cardiodesfibriladores, electrocardiógrafos, oxímetro de pulso), tubos de oxígeno, kit de vía aérea, y demás insumos médicos para hacer frente a la atención de potenciales urgencia-emergencias (tablas, collares cervicales, férulas, sueros, medicación, etc). Su ubicación debe ser estratégica para facilitar el acceso de los pacientes al mismo. Este puesto debe estar asistido por ambulancias en cantidad y relación a entradas disponibles. Se exige que haya una cada 1000 participantes al evento. Este móvil debe ser de alta complejidad dotada con todos los elementos adecuados para garantizar la adecuada atención de una urgencia-emergencia.
También se establece la presencia de un grupo de soporte itinerante cada 1000 participantes conformado por 4 personas con conocimientos mínimos en primera respuesta sanitaria. Estos grupos contarán con una tabla, collar y elementos para la toma de signos vitales. Su función principal es el traslado de pacientes al puesto sanitario.
Otro aspecto contemplado está relacionado a las medidas preventivas atendibles para garantizar la seguridad de los presentes. Entre ellos, el cumplimiento de las normativas existentes en cuanto a la relación adecuada público-lugar (persona por metro cuadrado), la publicidad previa debe anunciar los riesgos del consumo de sustancias psicoactivas y la disposición de agua (estratégicamente ubicada para que los asistentes al evento lo encuentren fácilmente y no deban esperar).
Por último, la presencia de policías realizando tareas de cacheo que garantice el ingreso "limpio" de los asistentes.