La ex primera dama y esposa del ex presidente Luiz Inácio Lula da Silva, Marisa Leticia Rocco, falleció hoy en San Pablo a los 66 años víctima de un derrame cerebral por el que estuvo internada durante nueve días, informaron sus familiares.

La muerte cerebral de Rocco, madre de cuatro hijos de Lula, con quien se había casado en 1973, fue informada por el médico Roberto Kalil Filho, del hospital Sirio Libanés de San Pablo, tras lo cual la familia autorizó la donación de órganos.

Hija de un inmigrante italiano y trabajadora de las fábricas del ABC paulista desde los 14 años edad, Rocco fue un sostén de Lula cuando era líder sindical y en la formación del Partido de los Trabajadores (PT).

El fallecimiento de Rocco tiene un alto impacto político debido a que su muerte por un accidente cerebro vascular ocurre en medio de un proceso por corrupción en su contra y de Lula que investigaba el juez Sergio Moro.

El saludo que el rival histórico de Lula, Fernando Henrique Cardoso, su antecesor en la Presidencia de Brasil, le dio al ex sindicalista en la clínica contrastó con los mensajes de odio y hasta bocinazos que opositores a Lula lanzaron cerca del centro médico.

Ocho años atrás, Lula abrazó a Cardoso tras la muerte de la también ex primera dama Ruth Cardoso.

Pero el impacto político, además de simbólico, vino de la mano de la ex presidenta Dlma Rousseff y de dirigentes del PT que vincularon el estrés de la ex primera dama con la forma en la cual el equipo judicial del caso de corrupción conocido como de Lava Jato encaraba las investigaciones.

"Ella soportó muchas presiones con las injusticias", dijo el presidente del Instituto Lula, Paulo Okamotto.

Rocco fue blanco, en marzo pasado, de la estrategia del juez Moro, que le ofreció las escuchas telefónicas de la familia Lula al conglomerado de medios Globo, que divulgó conversaciones íntimas entre ella y sus hijos.

En ese contexto, Rousseff afirmó que la fallecida era una "mujer de fibra, batalladora, que conquistó espacio y tuvo relevante papel político".

"En los últimos meses fueron víctimas ella y Lula de persecuciones y experimentaron en la propia piel grandes injusticias", dijo Rousseff al citar la investigación por dos propiedades, una finca de campo y otra en la playa de Guarujá, que lleva adelante Moro.

"Tenemos la seguridad de que la persecución judicial tuvo que ver con lo que ella sufrió; el intento interminable de intentar delitos al ex presidente y a sus familiares; eso lleva a una tensión que termina en lo que vemos hoy", dijo el presidente del bloque de diputados del PT, Carlos Zarattini.

La operación Lava Jato "no tiene criterios porque hizo del argumento de combatir la corrupción un escenario de persecución a Lula con el objetivo de impedir que sea candidato el año próximo", dijo el dirigente.

Por otra parte, el hospital Sirio Libanés dijo que sancionó a una médica que robó los exámenes de Rocco y los divulgó por grupos de Whatsapp.

Conocida por su bajo perfil, Rocco, hija de un taxista inmigrante italiano de Sao Bernardo do Campo, fue un respaldo histórico de la carrera política de Lula, primero como sindicalista en los años 70 y luego al frente del PT, en los años 80.

En 1980 ella lideró la Marcha de las Mujeres para reclamar la liberación de sindicalistas que habían sido presos por realizar huelgas en el Gran San Pablo contra la dictadura militar, entre ellos Lula.

Ambos se conocieron mientras vivían tragedias familiares: Lula había perdido en el parto a su primera esposa y a su primer hijo, mientras Rocco criaba sola a su hijo porque había quedado viuda de su marido, un taxista asesinado durante un robo.

Fuente: Télam