A horas de que una multitud de simpatizantes y aliados salga a las calles para repudiar el primer aniversario de su encarcelamiento por corrupción, el ex presidente de Brasil Luiz Inácio Lula da Silva publicó este domingo una carta abierta para defender su inocencia y denunciar que "las clases dominantes brasileñas retomaron el vicio autoritario". A la vez, se derrumba la popularidad del actual mandatario, Jair Bolsonaro.
"Hace un año que estoy preso injustamente, acusado y condenado por un crimen que nunca existió. Cada día que paso aquí, aumenta mi indignación, pero conservo la fe en un juicio justo en el que la verdad prevalecerá. Puedo dormir con la consciencia tranquila. Dudo que los que me condenaron en una farsa judicial duerman bien", escribió Lula.
En la carta que primero fue publicada en el diario Folha do Sao Paulo y luego en el portal personal del ex presidente, éste vinculó el cuestionado juicio político que derrocó a su aliada y ex presidente, Dilma Rousseff, con su condena por corrupción y la victoria electoral de Jair Bolsonaro.
"Derrotada en las urnas por cuarta vez consecutiva, la oposición escogió el camino del golpe para volver al poder y las clases dominantes brasileñas retomaron el vicio autoritario", sostuvo.
Acto seguido, cuestionó la política del actual gobierno de Bolosonaro: "Entregan la soberanía nacional, nuestras riquezas, nuestras empresas y hasta nuestro territorio para satisfacer a intereses extranjeros."
En su carta, Lula rechazó punto por punto todas las acusaciones que llevaron al juez y actual ministro de Justicia de Bolsonaro, Sérgio Moro, a condenarlo por corrupción, una sentencia que fue luego confirmada en segunda instancia.
"¿Por qué tienen tanto miedo de que Lula esté libre, si ya alcanzaron el objetivo de impedir mi elección y si nada sustenta mi condena de prisión?", se preguntó el ex mandatario hacia el final de la carta y recordó que su encarcelamiento frustó su candidatura presidencial el año pasado, cuando era el favorito indiscutido de todos los sondeos.
"La verdad, lo que ellos temen es a la organización del pueblo que se identifica con nuestro proyecto de país. Temen tener que reconocer las arbitrariedades que cometieron para elegir a un presidente incapaz y que nos llena de vergüenza", continuó.
"Ellos saben -concluyó Lula- que mi liberación es una parte importante de la vuelta a la democracia en Brasil. Pero no son capaces de convivir con un proceso democrático".
La popularidad de Bolsonaro, en su nivel más bajo
En paralelo a la situación de Lula, el ministro de Justicia de Brasil, Sérgio Moro –quien encarceló a Da Silva–, tiene casi el doble de imagen positiva que el presidente Jair Bolsonaro, cuya popularidad cayó al nivel más bajo desde que asumió el gobierno hace tres meses, según una encuesta privada divulgada este domingo.
Moro, quien hasta fines del año pasado fue el juez a cargo de la operación Lava Jato, tiene 59% de aprobación, mientras la tasa de Bolsonaro en la materia es de 32%, según un sondeo del Instituto Datafolha publicado por el diario Folha de Sao Paulo.
Asimismo, la popularidad de Bolsonaro es la peor para un presidente a esta altura de su mandato desde que en 1985 Datafolha comenzó a realizar este tipo de sondeos con regularidad.
El mandatario, además, registra 33% de imagen regular y 30% de imagen mala o pésima, de acuerdo con el resultado de la encuesta.
La imagen de Bolsonaro registrada por esta firma es similar a la obtenida en encuestas similares de las competidoras Ibope y XP, de 35% en ambos casos, según la agencia de noticias ANSA.
En tanto, Moro es el miembro más popular del gabinete, seguido por el ministro de Economía, Paulo Guedes, con 30%; la titular de Mujer y Familia, Damares Alves, con 25%, y el canciller, Ernesto Araújo, con 13%.