El gobernador Antonio Bonfatti celebró la sanción de la reforma tributaria en la Legislatura, agradeció a los sectores de la oposición que la votaron y dijo que “esto le va a dar oxígeno a las cuentas públicas, también las de los municipios” que gobierna el PJ. Además, habló de los cacerolazos y, en ese marco, asumió que hubo en Rosario un reclamo de seguridad que lo tiene como destinatario.
Bonfatti celebró la reforma fiscal y asumió que fue blanco de las cacerolas
El gobernador dijo que con la nueva ley se oxigenan las cuentas públicas y agradeció a la oposición. Sobre las protestas, afirmó: "Asumo el tema de la inseguridad"
En diálogo con el programa A diario, de Radio 2, el mandatario dijo sobre la reforma tributaria: “Hemos dado un paso significativo para aumentar los ingresos de la provincia, que estaban totalmente atrasados. Estamos contactos y agradecidos a todo el arco de la oposición que ha sido consciente de esto y ha votado el proyecto”.
Para Bonfatti, no es casual que el Frente para la Victoria haya avalado la iniciativa: “Comprende lo que significa gobernar y que tenemos que compartir responsabilidad. Esto le va a dar oxígeno cuentas públicas, también de los municipios”.
Pero además, el gobernador dijo que está reforma tributaria habrá que profundizarla. “Que el que más tiene más pague; todavía nos debemos eso”, afirmó, y habló también de la posibilidad de que se apliquen impuestos que ya existen en otros lugares del mundo, como un gravamen “ecológico” a las empresas que contaminan.
Durante la nota, Bonfatti recibió el saludo del diputado nacional de la UCR Ricardo Alfonsín, que esperaba en línea para ser entrevistado. “Me enteré que pudieron sancionar la ley. Las provincias atraviesan momentos difíciles como consecuencia de la situación ecnonómica y del hecho de que el gobierno nacional se queda con recursos de la provincia”, ante lo cual el mandatario ratificó la decisión de reclamar por “vías institucionales” lo que le corresponde a Santa Fe.
Sobre el cacerolazo
Pero además, Bonfatti fue consultado sobre los cacerolazos. Dijo que le “preocupa” la situación, admitió que él también fue destinatario de los reclamos que se expresaron en el Monumento a la Bandera, pero al mismo tiempo evitó ser condescendiente con los caceroleros.
En ese sentido, dijo que apuesta al diálogo y que en ese marco “también los manifestantes” deben hacerse cargo de lo que les toca. “Yo asumo el tema de la inseguridad, pero no la parte de violencia que está implícita en la sociedad rosarina”, afirmó.
Además, opinó que el gobierno nacional “debe convocar a los argentinos” a un proyecto y aceptar que “hay cosas que no andan bien”. Sobre las expresiones de la presidenta Cristina Kirchner en San Juan, dijo: “No es problema de ponerse nerviosos sino de escucharnos”.
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