Una nota publicada en el diario deportivo Olé cuenta cómo surgió esta nueva ocupación de los chicos malos del fútbol argentino. Según informes que manejan en Seguridad en Espectáculos Futbolísticos y en la Policía Federal, capos de hinchadas argentinas asesoraron y armaron barras de equipos de México y Colombia, tanto en la faz organizativa como en la musical. Entre las materias que les enseñan, está cómo recaudar fondos producto de la extorsión a las dirigencias y los planteles, cómo obtener ganancias de las reventas de entradas y la forma de cobrar peaje a los vendedores informales de merchandising. Las cátedras están a cargo de barras de Boca, River y Chacarita, que cobran en dólares.
"El año pasado hubo un congreso sobre violencia en el fútbol en Pachuca y otro en Cali. Ahí fue cuando nos enteramos de la problemática y la gente de seguridad de esos países nos pusieron al tanto de lo que estaba ocurriendo", cita Olé a una fuente del gobierno. "Nos mostraron fotos de un partido en Colombia donde mezclados con las barras había argentinos con camisetas de Chacarita, Boca y River dándoles órdenes y explicándoles logística de cancha", agregó.
El aumento de los índices de violencia en el fútbol de México y Colombia demuestra que los alumnos aprobaron la materia. El año pasado, Rafael Di Zeo, jefe de la Doce, había admitido que asesoraban a ultras del exterior: "La Doce, para los barras de todo el mundo, es Harvard. Vienen acá a aprender"