Desde Tailandia, donde encabeza una misión comercial, el gobernador Miguel Lifschitz dijo que el ataque a balazos dos casas donde vivió el juez Ismael Manfrín fueron "actos de intimidación sobre la Justicia en general, tanto provincial como federal", y sostuvo que pueden tener relación con la decisión, concretada este miércoles a la madrugada, de trasladar a dos de los jefes de Los Monos, Ema Chamorro y Guille Cantero, a cárceles federales lejanas a Rosario.
"Esto apunta a atemorizar a los jueces y fiscales que están interviniendo en estas y otras causas vinculadas al narcotráfico y la violencia", dijo Lifschitz a los periodistas que cubren la gira, entre ellos Roberto Caferra.
El mandatario provincial dijo que ordenó al ministro de Seguridad, Maximiliano Pullaro, que tome los recaudos para dar protección tanto a Manfrín como a los otros jueces y fiscales que han intervenido en las causas que involucran a Los Monos.
Al mismo tiempo, le pidió al titular de Justicia, Ricardo Silberstein, que se comunicara en forma directa con Manfrín para transmitir su "solidaridad y apoyo".
Lifschitz también dijo que se tomó contacto con el Ministerio de Seguridad de la Nación con el objetivo de coordinar acciones "para encontrar a los responsables de la balacera y para profundizar las investigaciones en curso".
Para el gobernador, estas son "reacciones que tienen que ver con el cerco que se le ha puesto a esta y otras organizaciones delictivas de la ciudad. Se han ido tomando decisiones que están poniéndole coto al accionar a veces impune de estas organizaciones".
"Estamos frente a una organización que ha sido desmembrada. Pero es una tarea que no termina, que hay que seguir profundizando. Hay grupos vinculados, elementos que han integrado este grupo y que hoy siguen operando en distintos ámbitos y van a requerir un trabajo más intenso de la Justicia y las fuerzas de seguridad", enfatizó.