La primera jornada del juicio a la banda conocida como Los Monos fue más extensa de lo previsto. Debía comenzar a las 9 y finalizar aproximadamente a las 13. Nada de eso ocurrió. Los imputados detenidos en el subsuelo del Centro de Justicia Penal se desnudaron y se negaron a salir a la sala situada en el segundo piso. Argumentaron estar sucios, no tener vestimenta adecuada para presenciar la audiencia –fueron llevados con la ropa que tenían puesta nada más– y pidieron que se resuelva el hábeas corpus correctivo presentado este domingo de forma manuscrita.
11.36 salieron los imputados de mayor relevancia dentro de la presunta asociación ilícita. Minutos más tarde, los abogados se presentaron y explicaron a quién defendía cada uno. Luego llegó el turno de que cada imputado dijera su nombre, DNI, sus padres, estado civil y situación académica. Fue allí que Ariel Máximo "Guille" Cantero expresó: "Hijo de Julio Daniel Cantero".
Tras los dichos de Guille, varios periodistas y personas presentes se miraron. Pensaban que su padre era Ariel Máximo "El Viejo" Cantero. Y efectivamente es él. Sólo que, según publicaron en el libro Los Monos los periodistas Germán de los Santos y Hernán Lascano, fue anotado en el Registro Civil por su tío cuando El Viejo estaba detenido por otra causa.
"¿Instrucción educativa?", preguntó el presidente del tribunal, el juez Ismael Manfrín. "No. Nada", respondió El Viejo Cantero, quien habló rápido, nervioso y se le entendió poco de lo que dijo.
Después del cuarto intermedio del mediodía –tras un pedido de recusación de los jueces Ismael Manfrin y María Isabel Mas Varela que fue rechazado–, comenzaron los alegados de los fiscales Gonzalo Fernández Bussy y Luis Schiappa Pietra.
Fernández Bussy definió a la banda como "una asociación ilícita que rentabilizó la violencia, que usufructuó el territorio liberado mediante la imposición del miedo". Añadió que están sospechados por delitos de cohecho, asociación ilícita, amenazas, daños, homicidios, tenencia ilegal de armas de fuego, usurpar casas para "hacer negocios", entre otras cosas.
"No todos apretaban el gatillo. Había roles. No todos diseñaron el negocio de la violencia. La banda generaba ganancias de origen ilícito que luego trabajaba a través de testaferros, que eran personas de confianza que aseguraban el provecho de esa ganancia", aseguró. El fiscal definió la estructura de la banda de la siguiente manera:
Jefes: Ariel Máximo "El Viejo" Cantero; Ramón Machuca, alias Monchi Cantero; y Ariel Máximo "Guille" Cantero.
Esbirros, ejecutores y testaferros: Agustín Ruiz; Lorena Verdún (ex esposa de Pájaro Cantero); Silvana Gorosito (pareja de Monchi Cantero); Leandro Vilches; Jorge Emanuel Chamorro; Francisco Lapiana; Mariano Salomón; Walter Daniel Juré; Andrés Fernández.
Proveedores de impunidad: Ángel Albano Avaca; Cristian Hernán Floiger; Omar Ángel Abraham Lescano; Juan Ángel Delmastro; Sergio Rafael Blanche; Eduardo Anacleto Enríquez; Diego Javier Cárdenas; Roberto Mario Otaduy; Waldemar Raúl Gómez; Juan José Raffo; Gustavo Daniel Pereyra; Guillermo Rubén Cardini; y Germán Horacio Herrera.
"La banda no podía funcionar sin el aporte necesario que garantizara su accionar. Policías que tenían que prevenir el delito terminaron cuidando los intereses de la banda. Traicionaron el uniforme, con todo lo que eso implica. Se encargaron de dar información a los jefes para favorecerlos", sostuvo Fernández Bussy.
Juicio sin algunos imputados
De los 25 imputados, doce no van a presenciar las jornadas del juicio una vez que finalice la etapa de los alegatos. Así lo resolvió el tribunal tras el pedido de varios abogados defensores.
El Viejo Cantero ya manifestó que no hará uso de la palabra durante el juicio, que prefiere ser representado por sus abogados y que opta por no exponerse públicamente a cada audiencia.
Además, Mariano Salomón dijo ser hipertenso y Juan Delmastro insulino dependiente. Por dicho motivo se dificultaría su estado de salud de tener que estar tanto tiempo en las audiencias sin recibir medicación que precisan.
En tanto, Agustín Ruiz, Silvana Gorosito, Ángel Avaca, Andrés Fernández, Omar Lescano, Waldemar Gómez, Diego Cárdenas, Germán Herrera y Roberto Otaduy solicitaron lo mismo.
Sus defensores explicaron que son sostenes de sus respectivos hogares y pasar tanto tiempo en las audiencias haría que pierdan sus trabajos, por tanto, los ingresos económicos de sus familias.
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