El actual jefe de la Policía de Santa Fe, Jose Luis Amaya, se mostró “sorprendido” por la detención del ex comisario general, Rafael Grau, con quien incluso compartió la jefatura de la fuerza como su segundo al mando. También expresó el “dolor” que siente la institución policial por los casi 3 mil uniformados sumariados por diferentes causas y recordó, casi como un mensaje hacia adentro de la fuerza, que el trabajo policial es un servicio público que requiere vocación.
“Me sorprendió lo de Grau”, reconoció Amaya en contacto con A diario, el programa que conduce Alberto Lotuf por Radio 2. El ex jefe policial está imputado por asociación ilícita y defraudación. En 2015 había asumido la conducción de la fuerza con Amaya como subjefe.
En tal sentido, el actual conductor de la Policía pidió “cautela” a la hora de tratar la investigación sobre Grau pero también sobre los otros uniformados sospechados de distintos delitos. Sólo en los últimos diez días –sin contar el caso más resonante de Grau– se contaron 55 arrestos de policías; y desde diciembre de 2015 hasta la fecha se abrieron 2.870 expedientes.
“Hay mucho dolor en la institución, en las familias pero la Justicia determinará”, confió. También recordó que él mismo tuvo que pasar a disponibilidad a muchos uniformados “por conductas disvaliosas” y aseguró que aunque ahora lo atraviesa “un profundo dolor” por los varios cuestionamientos, trabaja “con la misma fuerza” con la que asumió para “revertir esta situación”.
En tal sentido, recordó que el policía “no es sólo una salida laboral”, sino un servidor público y en tanto tal se requiere de “un mínimo de vocación” para realizar el trabajo.
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