Agustín Bermúdez es el titular de la empresa Rosario Bus. Con su bajo perfil perdura hace décadas en la ciudad como empresario de transporte. Asegura que no quiere irse de Rosario pero menciona que ya solicitó la rescisión del contrato de concesión hace más de un año y medio. Si bien aclara que va a cumplir con la prórroga otorgada por el Concejo Municipal el pasado jueves, entiende que el Ejecutivo local tomará algunas líneas –como ya hizo con la 153– para que la firma funcione de manera más “equilibrada”.

En una entrevista exclusiva con Radiópolis (Radio 2) y Rosario3.com, Bermúdez se sacó el cassette durante más de media hora. Es más, entregó la respuesta por escrito de Rosario Bus a la sanción que aplicó el Ente de la Movilidad (EMR) por el paro de transporte que tuvo lugar a comienzos del pasado mes.

Con fecha del 7 de agosto de este año y dirigida a la gerenta del EMR, Eva Jokanovich, la nota indica, entre otras cosas: “Hemos solicitado la rescisión del contrato de concesión hace ya más de un año, sin que las autoridades resuelvan al respecto”. El momento al que hace alusión el texto es cuando la firma presentó un procedimiento preventivo de crisis ante el Ministerio de Trabajo de Santa Fe en diciembre de 2013.

¿Cómo tomó la prórroga de la concesión teniendo en cuenta que en la nota que muestra a este medio ya indicó que no quería seguir?

—No la queríamos. La pusimos a disposición hace un año y medio. El Concejo no reconoce el verdadero problema. Son ellos los que aprobaron que se le dé plata a determinadas empresas y a otras no. Y hay diferencias porque La Mixta tiene capitales privados.

¿Considera entonces que el Concejo perjudica a Rosario Bus?

—Absolutamente. Y está comprobado. A algunos concejales no les gusta mi cara. No entiendo por qué se generan distorsiones (entre los subsidios que reciben las empresas). Mi padre decía: si tenés un burro y a uno de le das de comer y al otro no, te sacás un problema porque uno se muere.

Si Rosario Bus no quiere la concesión, ¿qué espera para esta prórroga?

—El municipio contempla quedarse con algunas líneas para que nosotros podamos seguir funcionando, dentro de todo, con un servicio equilibrado. Los nuevos concejales tal vez tengan más interés en hacer un análisis más profundo y asuman la responsabilidad. En estas condiciones no va a venir ningún empresario. En Buenos Aires dan subsidios a todos por igual; en Córdoba tienen un boleto más alto. Acá está desequilibrado. ¿Hay alguna empresa que funcione por debajo de su costo? Se cae. Y nosotros somos muy eficientes; en Argentina no sé si somos los más eficientes.

¿Pero garantiza el servicio y que haya inversión?

—Sí. No somos irresponsables. Hace 30 años que estamos en Rosario. Antes había 20 empresas y ahora quedamos solos. No vamos a patear el tablero. Vamos a bregar por tener mejor calidad de transporte. La igualdad entre las tres empresas (Semtur, La Mixta y Rosario Bus) está planteada, no hay diferencias entre las líneas. Está demostrado que la proporción de colectivos y de boletos es casi la misma. Con el nuevo pliego se van a dar cuenta los ajustes que hay que hacer. Los empresarios van a preguntar cómo van a hacer para que el boleto se ajuste a la realidad. Yo no quiero irme de Rosario.

¿Teme, como dijo, que se muera el burro (la empresa)?

—Sí, tengo miedo. Acá no se pensó en un sistema de transporte a largo plazo. (Héctor) Cavallero fue intendente y tenía que asumir la responsabilidad y no la asumió en su momento. Este sistema de transporte puede ser mucho más eficiente. Tienen la salida para tomar líneas nuestras. Ahora, en ese caso, ¿por qué no eligen darnos plata también a nosotros?

¿Cómo lo haría más eficiente?

—Y…por ejemplo que los colectivos paren cada 200 metros en lugar de 100. Eso implica un ahorro en combustible.

¿Y desgravar el IVA al gasoil como plantearon concejales ante el Ministerio de Economía?

- Sí, estoy de acuerdo. Pero vuelvo a lo que dije antes. Si el gobierno nacional hace eso con Rosario otros van a preguntar porqué no se hace con otros. Es el cuento del burro. No creo que otorguen esa medida, pero estoy de acuerdo.

Con la inflación que hay actualmente, ¿se atrasó el boleto a pesar del nuevo aumento que tendrá lugar en noviembre (básico $ 6.30, ocasional $7)?

—Sí. Está atrasado. Si tomamos lo de noviembre está atrasado en un peso y chirola. Un peso cincuenta. El estudio de costos está bien hecho, se trata de una cuestión matemática.

Cuando la intendenta tuvo la facultad de aumentar el boleto cuando se detectaba un desfase entre la tarifa real y virtual superior al 15 por ciento, ¿mejoró la situación?

—En ese momento sirvió. Es la responsabilidad política de la que hablo. Se pueden hacer menos aumentos pero de manera progresiva, como ahora. Es lógico, así no hay desfasaje. Porque si el desfasaje es muy grande no tenés otra manera de cubrirlo.

¿Es difícil ser empresario de transporte?

—Hoy es difícil ser empresario. Este momento es el más difícil de los 30 años que llevo. El empresario no está visto como debería ser, porque genera fuentes de trabajo; es el motor de un país.

¿Cómo afecta el vandalismo la calidad de los coches?

—Cuando hay partidos de fútbol hay entre 40 y 50 coches vandalizados. Rompen vidrios, sacan las lunetas. A veces hacen parar a un chofer a metros de un bar para bajar a comprar bebidas. Y ojo que arranque, porque le pegan. Tenemos la mecánica de que el colectivo que viene detrás del que sacaron la luneta la recoja y la lleve al galpón.

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