Un medio de comunicación español publicó este jueves que un subsecretario de Presidencia ocultó un depósito de us$ 1,2 millones en Andorra, a nombre de una empresa de intermediación de jugadores de fútbol. El funcionario nacional desmintió la información este viernes.
De acuerdo a la publicación del diario El País, el dinero estaba en una cuenta abierta en 2012 y operó hasta finales de 2014. En esa etapa, Valentín Díaz Gilligan era funcionario en el gobierno porteño. Actualmente es subsecretario de Presidencia.
El depósito, siempre según el diario El País, estaba a nombre de una empresa inglesa dedicada a la intermediación en los pases de futbolistas, Line Action, a su vez propiedad de una firma panameña llamada Nashville North Inc, en la que Díaz Gilligan era accionista.
En 2014 Díaz Gilligan pasó a desempeñarse en el área de turismo del gobierno porteño. En ese momento, dejó la actividad comercial que cumplía en Line Action y afirmó haber vendido esa firma a fines de ese año, aunque el medio madrileño precisó que según registros empresariales del Reino Unido habría vuelto al mismo cargo poco tiempo después.
El funcionario aludido realizó un descargo este viernes. "La información en la que se me acusa de haber ocultado un millón de dólares es falsa ya que no obtuve compensación alguna por parte de la empresa mencionada. Ni sueldo, ni honorarios, ni dividendos. Ni durante ese período, ni tampoco posteriormente. Por esta razón es que no tuve ingresos que declarar en la Argentina", afirmó Díaz Gilligan en declaraciones a Télam.
En su aclaratoria, el funcionario aseguró que "Line Action LTD está radicada en Londres, está perfectamente en regla según las leyes británicas y paga sus impuestos", y aclaró que "no es una sociedad offshore".
Sobre su vínculo con la sociedad titular de los fondos en Andorra, el funcionario explicó que asumió en 2012 como director "por solicitud de los titulares de la firma GolTV, en la cual me desempeñaba entonces como asesor" y que el "vínculo con esta empresa finalizó en 2014", debido a su "nombramiento como director de Promoción Turística del Ente de Turismo de la Ciudad de Buenos Aires".
"A partir de mi salida, en 2014 asume la titularidad de la firma Francisco Casal, quien continúa las actividades de la sociedad, haciéndose cargo de los activos y pasivos de la misma. Casal tenía problemas en su país y me pidió el favor. Tenía un juicio con el fisco que ganó y no podía figurar. Confiaba en él. La plata nunca fue mía. Además, yo no ejercía entonces cargo público. Era asesor y facturaba como autónomo", explicó.