El intendente de San Genaro, Gastón Marconcini, confirmó en Radio 2 que analiza vetar la ordenanza del Concejo que nombró a una plazoleta como “Abuelas de Plaza de Mayo” y afirmó que se trata de un “pedido de los vecinos”. Calificó de “descolocado” el comunicado de repudio de la organización de derechos humanos y contó que la denominación de una segunda plaza, Las Toronjas, también generó divisiones.

“Existe la posibilidad de que lo vete pero no estoy cometiendo ningún delito, es por escuchar a los vecinos”, argumentó Marconcini en el programa A diario.

El intendente consideró que el comunicado de repudio de las Abuelas fue “descolocado”. “Se está politizando una situación que no debería”, consideró. 

“Los medios me golpearon como si fuera un violador de los derechos humanos. ¿Qué estoy haciendo algo tan mal? Escuchar a los vecinos y tratar de dar una respuesta”, se victimizó.

“No es por una cuestión de capricho ni mucho menos”, dijo Marconcini. Afirmó que recibió “llamadas de vecinos de dos barrios de nuestra ciudad” que rechazan ambas denominaciones. 

“No es que el intendente se opone sino que trato de escuchar a los vecinos que no están de acuerdo con el hombre que el Concejo designó”, dijo. El veto es, justamente, sobre la ordenanza que definieron los concejales, que son representantes del pueblo de San Genaro.

El dirigente radical de 50 años, electo por el Frente Progresista, reconoció que no existió un reclamo formal y que él mismo lo solicitó para poder avanzar. “He pedido que me acerquen cuanto antes una nota escrita porque tengo un plazo para vetarlo”, señaló.

Las Toronjas, otra polémica

Las diferencias, afirmó Marconcini, comenzaron en el Concejo. Allí conviven tres ediles del peronismo y tres de un interbloque oficialista, conformado por radicales del Frente Progresista y Cambiemos.

Los tres hombres del PJ sancionaron la ordenanza que homenajea al organismode derechos humanos que lleva más de cuatro décadas de lucha por la Memoria, Verdad y Justicia. Mientras que los tres oficialistas se abstuvieron.

En paralelo, el Concejo sancionó el nombre de “Las Toronjas” a otra plaza. Allí la votación se invirtió: los radicales dieron el sí y los justicialistas se abstuvieron.

“El problema no es el nombre de Abuelas de Plaza de Mayo ni de Las Toronjas, que es el nombre de la otra plaza, simplemente que los vecinos no se sienten cómodos y no están de acuerdo con el nombre que le han asignado”, resumió.

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