Thiem, que demostró tener golpes de acero y muchas piernas, acabó con Cecchinato en dos horas y 17 minutos por 7-5, 7-6 (10) y 6-1, y se clasificó a su primera final de un Grand Slam.
El tenista de Palermo se podía haber metido en el partido en un emocionante desempate en el segundo set. Después de ir abajo 6-3, se recuperó hasta disfrutar de tres bolas para igualar el marcador a un set.
Sin embargo, no volvió en sí después de esas ocasiones falladas y se desmoronó en el tercer set en el que el austríaco le propinó un 6-0.
Dos jugadores de características parecidas, con buen revés y rápidos de piernas, tuvieron un enfrentamiento parejo en las dos primeras mangas.
El italiano, el "outsider" número 72 del mundo que buscaba repetir la gesta del brasileño Gustavo Kuerten, ganador por sorpresa en 1997, tuvo un comienzo tibio y Thiem, uno de los mejores especialistas en tierra batida, los aprovechó.
Inició marcando terreno rompiendo el saque de Cecchinato y pasó rápidamente a dominar la manga.
En la segunda, la igualdad predominó, pero el italiano no mostró la frialdad que tuvo ante el serbio Novak Djokovic o el belga David Goffin, a los que había dejado por el camino en las rondas anteriores.
Ahora, el foco se posará sobre el duelo entre Delpo y Nadal.