En Rosario hay 120 residencias temporales, es decir, hostels y también habitaciones en casas, que están habilitadas y son controladas por la Municipalidad de Rosario. Son habitadas por trabajadores informales y estudiantes, quienes optan por esta alternativa más económica y con menos exigencias en el marco de la crisis de alquileres que atraviesa el país.
Un informe de Telenoche (El Tres) hace foco en la experiencia de habitar estos espacios en los que hay que compartir, resguardar la comida y respetar horarios. Un joven que permanece en una pensión ubicada en Mitre y Mendoza, contó sobre su cotidianidad: “Somos 24 conviviendo, y en la pieza dormimos 4”.
El muchacho advirtió que las condiciones son mucho más accesibles que el alquiler, ya que solo le exigen el certificado de alumno regular y un seguro. “No garantías”, indica.
Aunque rescata la existencia de una habitación con un escritorio y servicio de Wi Fi que le permite estudiar, advirtió que “hay problemas de gas, agua caliente y cocina”. También apuntó a la diversidad de horarios: “Hay estudiantes que tienen que trabajar en bares y manejan otros horarios, capaz que pueden hacer la comida a la 1 de la mañana”, destacó.
Otra complicación es la conservación de los alimentos: “Hay solo dos heladeras, es un caos guardar en el freezer”, señaló y contó que deben marcar con un fibrón la pertenencia de los productos.
El edil de Unión Pro, Carlos Cardozo, presentó un proyecto de ordenanza para actualizar la norma vigente, con el objetivo de intensificar los requisitos y controles a las residencias y ajustar las cuestiones relacionadas a la seguridad.
“Nos encontramos ante una cantidad de casas viejas, chorizos, de dos plantas, que son pensiones truchas, la Municipalidad actúa cuando se llama al 147 o Rosario Responde pero, sin ninguna autorización de un fiscal no se puede entrar”, sostuvo y añadió: “Pedimos ayuda de los fiscales para actuar con todo el peso de la ley”.