A pesar de las restricciones más duras, del aumento de casos de coronavirus y de las imágenes repetidas de colapso sanitario en los hospitales públicos y privados, continúan las fiestas clandestinas. Este domingo, la policía desarticuló una de éstas en el centro de Rosario.
Vecinos de Santiago al 1200 denunciaron a la GUM que en una vivienda se escuchaba música a muy alto volumen. Dieron intervención a la Policía, que llegó al lugar, golpearon la puerta y no fueron atendidos. Sucedió cerca de las ocho de la noche.
Se pidió intervención a la fiscal Bassagaireguy, quien dio la orden de desbaratar la posible fiesta clandestina.
Los efectivos volvieron a golpear la puerta, y fueron atendidos por un joven, que dijo que solo estaba con su novia en el interior de la vivienda.
La policía pidió ingresar para constatar. El muchacho primero se negó y luego accedió. Encontraron a 12 personas en el interior.
Fueron trasladados a la comisaría Segunda, donde se les formó causa por violación al decreto nacional. Luego fueron liberados.
“Estos actos de rebeldía e irresponsabilidad atentan contra la vida de todos. Por favor, tomemos consciencia de las medidas sanitarias”, comentó la secretaria de Control municipal, Carolina Labayru.