Marta Bustos, una joven catalana que vive en Estados Unidos resultó herida luego de mezclar sosa cáustica mientras intentaba hacer jabón en su casa. El accidente le provocó lesiones en las dos córneas y quemaduras en la cara. Para volver a ver lanzó una campaña por redes sociales y juntar el dinero para poder ser tratada.
Según cuenta en el video, hace algunas semanas le explotó una mezcla de soda cáustica, aceite y agua que utilizaba para la elaboración de jabones y cremas artesanales. Las quemaduras que sufrió en las córneas, la nariz y otras partes de la cara la dejaron sin visión y se encuentra internada en el hospital de Harborwiew.
"Tuve un accidente con sosa cáustica, que es un químico muy fuerte. Me saltó a la cara: en la boca, nariz y los ojos, pero me alegro de estar viva. Confío en volver a ver el mar y leer un libro", dijo la joven.
La joven se encuentra internada y organizó un pedido de ayuda a través de una campaña que se titula “Salvemos mis ojos”. "Los tratamientos son carísimos. Una noche en el hospital ya vale más de 4.000 dólares. Anoche la volvieron a operar”, relató Ana Góngora, madre de Marta. “Nos cobran por cada gota que le ponen en los ojos”, apuntó.
Agregó que necesita difusión sobre su caso porque en Estados Unidos no hay ingreso a salud pública. "Estamos esperando que nos den una ayuda. Necesitamos mucha difusión, quien quiera donar desde 20 euros a 2 euros, todo ayuda", pidió la mujer, según publicó DiarioUno.
"Tiene el permiso de residencia pero la cobertura médica no le cubre todo y menos tras un accidente tan grave. Tiene las córneas destrozadas y la nariz también. Está estable tras trasplante de las membranas amnióticas de los ojos. Si sus córneas no se regeneran habrá que hacer otro trasplante. Parece que el ojo izquierdo responde pero el otro va más lento", señaló la mujer que no puede volar a Seattle para estar con su hija ni esta puede salir de Estados Unidos por motivo de la pandemia de coronavirus.
La campaña, que tiene como objetivo inicial recaudar 75.000 euros, ya asciende los 176.000 euros. "A nivel doméstico no deberíamos manejar productos químicos, como este corrosivo, sin los conocimientos adecuados porque pueden saltar a la cara con facilidad y ocurren cosas como éstas", aseguró uno de los expertos consultados sobre el accidente.