El Sol despertó de su letargo con una impulsiva llamarada solar de clase X, la más poderosa de llamarada solar. El fenómeno se originó en la región de manchas solares 3912 y alcanzó su pico a las 4:06 am EST (0906 GMT) del 8 de diciembre en el sur de África.

La erupción solar estuvo acompañada por una eyección de masa coronal (CME), una gran columna de campo magnético y plasma del sol. Cuando las CME golpean la magnetosfera de la Tierra, pueden desencadenar condiciones de tormenta geomagnética activa que resultan en impresionantes auroras, segúnpublicó el medio especializado Space.com.

La Tierra puede recibir un golpe de refilón de la CME pero solo se predicen impactos leves, según la física del clima espacial Tamitha Skov.

Tras la erupción de la llamarada solar de clase X, se observaron cortes en la señal de radio de onda corta en el sur de África, la zona iluminada por el sol en el momento de la erupción. Estas interrupciones de radio, que son típicas durante los eventos solares potentes, son causadas por la intensa liberación de rayos X y radiación ultravioleta extrema que acompaña a la llamarada.

La radiación de las erupciones solares viaja a la Tierra a la velocidad de la luz, ionizando la atmósfera superior cuando llega. Esta ionización aumenta la densidad de la atmósfera, lo que afecta a las señales de radio de onda corta de alta frecuencia que se utilizan para las comunicaciones a larga distancia.