La quema de pasturas genera problemas en todo el territorio provincial. Además del humo y las complicaciones respiratorias que afectan a la sociedad, la destrucción del medio ambiente perjudica también a las especies que escapan de su hábitat natural en busca de un nuevo refugio.

En San Jerónimo del Sauce, localidad ubicada a 50 kilómetros de la capital provincial, vecinos del lugar cazaron cerca de 60 yararás de gran tamaño  que deambulaban por los campos cercanos al pueblo. “La aparición de estas víboras se debe a la quema indiscriminada de pastizales que se realiza en toda la provincia, vienen escapando del fuego, sabíamos que esto iba a pasar”, contó uno de los vecinos al portal esperancino.com.ar.

Al detectar la presencia de estas serpientes venenosas por la zona, uno de los baqueanos del lugar decidió instalar trampas caseras para atraparlas y evitar que puedan picar a alguna persona. Pero al ir a revisar, la sorpresa fue grande, no sólo por la cantidad -en total contabilizaron 58 serpientes yarará- sino que también por su gran tamaño.

Las especies fueron preservadas en tambores y serán enviadas a la ciudad de Santa Fe para extraerles el veneno y producir suero antiofídico.