La hipnosis –según una de las definiciones más extendidas– es una técnica que permite alcanzar un “estado de inconsciencia” semejante al sueño por sugestión.
Esta sumisión de la voluntad que tanta bibliografía ha desarrollado en su aplicación en las personas, también tiene su correlato entre animales. Y, entre ellos, las gallinas.
Si bien existen otras técnicas para llevar al “estado de trance” a estas aves, hay una muy extendida. La misma consiste en llevar su cabeza hacia abajo, contra el suelo, y dibujar una línea que comience en el pico y se extienda hacia hacia el frente.
Si el animal está hipnotizado, continuará mirando fijamente la línea y permanecerá inmóvil.
Los etólogos se refieren a este estado como "inmovilidad tónica", es decir, un estado de semiparálisis en el que algunos animales entran cuando se les presenta una amenaza.
Probablemente, se trate de un mecanismo defensivo reflejo destinado a fingir su muerte.