La vicepresidenta Victoria Villarruel volvió a cuestionar la candidatura del juez Ariel Lijo para la Corte Suprema de Justicia y expresó que no tiene "los pergaminos necesarios" para asumir ese rol. Un día antes de la presentación del magistrado en el Senado de la Nación, la titular de esa cámara expresó su desacuerdo con la postulación promovida por el presidente Javier Milei.
"Hubiera querido tener un candidato sólido y que nos represente, con la mejor sabiduría y rectitud posible. No creo que sea el caso", aseguró la vicepresidenta este martes en un almuerzo en el Colegio de Abogados de la Ciudad de Buenos Aires.
"Es un juez controversial que no contaría con los pergaminos necesarios para ser juez de la Corte Suprema", remarcó, frente a más de 140 comensales que compartieron el almuerzo. Cabe recordar que Villarruel ya se había manifestado en la misma línea en un reportaje que brindó a fines de marzo.
Lijo se presentará este miércoles a las 10 en audiencia pública ante la Comisión de Acuerdos del Senado, para defender su nominación y someterse a las preguntas que le quieran formular los legisladores.
Refiriéndose a este tema, la vicepresidenta remarcó: "No creo que haya sido la mejor elección y simplemente ha sido una candidatura controversial. Todos hubiéramos querido tener un candidato, que nos enorgullezca, que va a poder desenvolver la más alta judicatura con la suficiente rectitud, honestidad y sabiduría posible; y no es este el caso".
Aclarando que no hablaba desde una postura feminista, la vicepresidenta señaló: "Está reemplazando la banca de una mujer (Elena Highton de Nolasco) y hay mujeres brillantes dentro del ámbito del derecho, con lo cual me hubiera gustado que la candidata fuera una mujer".
Y siguió: "[Lijo] es un juez que ha lesionado mucho los vínculos a raíz de su candidatura. Ha partido mucho a la sociedad su candidatura, entre los que están a favor y en contra. Es un juez controversial que no contaría con los pergaminos necesarios para ser juez de la Corte Suprema de Justicia de la Nación".
Tras destacar que un juez de la Corte debe ser "una de las garantías de seguridad jurídica, de confianza de un país y de control de constitucionalidad sobre los actos del Ejecutivo", la vicepresidenta concluyó: "Por ende, creo que no ha sido la mejor elección".
Según un informe difundido por el Ministerio de Justicia, Lijo reunió 3.578 adhesiones y 328 impugnaciones.
En tanto, para rechazar las impugnaciones, Lijo presentó un extenso documento en el que busca responder a más de 400 preguntas enviadas al Senado, en lo que constituye su primera defensa de la postulación a la Corte.
Las declaraciones de Villarruel refuerzan el distanciamiento con Javier Milei y sus laderos en el gobierno, principalmente con Santiago Caputo, en un nuevo capítulo de una interna que cada vez se manifiesta con más claridad. El viernes pasado, por caso, la vicepresidenta aseguró no haber sido invitada a la cena de camaradería de las Fuerzas Armadas.
En tanto, esta semana el hecho que generó un nuevo enojo presidencial fue el aumento de los salarios de los senadores, por el que Milei responsabilizó a la titular de la Cámara alta.
No obstante, la vicepresidenta buscó despejar dudas respecto de su relación con Milei. "Tengo muy en claro que soy la vicepresidente de su Gobierno. Mi lealtad y mi apoyo son totales. Eso no significa que no pueda tener diferencias. Me preocupa que se cree la idea de un Gobierno dividido. No hay un Gobierno que esté viviendo una pelea en su seno. Está viviendo su maduración mientras está en el Gobierno", subrayó.
Por último, Villarruel confirmó que el oficialismo impulsará una ampliación de los miembros del máximo tribunal de Justicia. "No es un rumor. Hay una intención de ampliar la Corte Suprema. Va a ser uno de los temas que se tratarán en los meses venideros y también en cuántos miembros", adelantó.