La Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (Anmat) recibió los primeros informes de la vacuna china desarrollada por el laboratorio Sinopharm y comenzó su análisis para realizar la recomendación para su aprobación en Argentina. La llegada de esos datos al ente se da en paralelo al avance de las negociaciones que lleva adelante el Gobierno con China.
Día por medio el Ministerio de Salud recibe informes que son derivados a la Anmat, que empezó a cumplir con el proceso de análisis de la vacuna, al igual que lo hizo con la rusa. Si pasa ese filtro de evaluación, estará autorizada para ser colocada en el país. Ese proceso avanza en paralelo a las negociaciones entre Argentina y China para cerrar el acuerdo final de provisión.
Alberto Fernández apura las negociaciones con el presidente chino Xi Jinping para lograr traer el país 1 millón de dosis. El acuerdo total sería mucho más amplio y alcanzaría los 30 millones de dosis. Pero frente a la demora en la llegada de la Sputnik V, el Presidente intenta agilizar las gestiones para poder contar con más vacunas antes de que termine febrero.
Todos los procesos para contar con la vacuna china están en marcha. El laboratorio le exige al gobierno nacional que pague las vacunas antes de que salgan de China. El ministerio de Salud está encima de los últimos detalles para poder cerrar el acuerdo y lograr que las primeras dosis lleguen en el corto plazo.
Una vez que los informes de la vacuna china, que es desarrollada en Argentina por el laboratorio Elea, sean evaluados por la Anmat, lo que sigue es la recomendación de su aprobación por parte del organismo y, finalmente, la aprobación por parte del Ministerio de Salud. A partir de ese momento estarán habilitadas para aplicarse en el país. Es el mismo camino que siguió la vacuna rusa.
El gobierno enfrenta un problema de abastecimiento. El operativo ya está armado en todo el país. Incluso, durante este primer mes de vacunación, se pulieron detalles de logística. Sin embargo, lo que faltan son las vacunas. Para este momento, según el acuerdo que Argentina tenía firmado con Rusia, el país debería contar con 5 millones de dosis. Hasta el momento solo llegaron 820 mil.
La demora, aceptada por Rusia, trastocó el calendario de vacunación que había armado el ministerio que conduce Ginés González García. El primer paso que quiere terminar de concretar el Gobierno es la vacunación de las 14.500.000 de personas que están dentro de los grupos de riesgo. Las expectativas se fueron corriendo por la demora pero el objetivo se mantiene vigente y es concretarlo antes de que finalice abril.
En la Casa Rosada confían que, tal como le dijo el presidente ruso, Vladimir Putin, a Alberto Fernández, las dosis de Sputnik V comenzarán a llegar dentro de 10 días pero con entregas permanentes. Es decir, con cargamentos chicos que lleguen todas las semanas. A esas dosis se agregarán en marzo 1.191.000 de AstraZeneca y en abril 4.635.550. Sumado a las que puedan llegar desde China el objetivo estaría cerca de poder cumplirse.
El nuevo objetivo del gobierno nacional es cerrar la compra de la mayor cantidad posible de vacunas. Con la negociación con Pfizer caída, la Sputnik V y la de AstraZeneca en proceso, lo que resta es poder avanzar con la negociación con China, Moderna y la de Sinovac Biotech. Más vacunas en menos tiempo. Ese es el anhelo lógico que tienen en Balcarce 50.
Más temprano, por la mañana, el Gobierno recibió una buena noticia. La Organización Mundial de la Salud (OMS) difundió las primeras cifras de las dosis de las vacunas que se están asignando a los países participantes del sistema internacional COVAX.
En esta primera distribución, Argentina tiene asignadas 2.275.200 de dosis del producto de AstraZeneca y la Universidad de Oxford para el primer semestre del año, con la condición de que se complete el proceso de inclusión de la vacuna en el listado de uso de emergencia de la OMS, lo que estiman las autoridades que ocurrirá en los próximos días.
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