Al menos 40 millones de niños en todo el mundo se quedaron sin educación preescolar por el cierre de los centros de cuidado infantil y educación temprana como consecuencia de la pandemia del coronavirus, según una investigación de la Oficina de Investigación de Unicef.
"Las interrupciones educativas causadas por la pandemia covid-19 están impidiendo que los niños obtengan su educación de la mejor manera posible", afirmó en un comunicado la directora ejecutiva de Unicef, Henrietta Fore.
"El cuidado infantil y la educación de la primera infancia construyen una base para todos los aspectos del desarrollo de los niños. La pandemia está poniendo esa base bajo seria amenaza", agregó Fore al presentar el informe "Cuidado infantil en una crisis global: el impacto de covid-19 en el trabajo y la vida familiar".
El documento, que fue elaborado por la Oficina de Investigación de Unicef - Innocenti, señaló que el cierre de centros escolares de la primera infancia dejó a muchos padres y madres en medio de una lucha para equilibrar el cuidado infantil y el empleo remunerado, ya que se vieron obligados a realizar ambas tareas de manera simultánea en los hogares.
Esto reforzó una carga desproporcionada sobre las mujeres que, en promedio, ocupan el triple de tiempo en el cuidado y las tareas domésticas que los hombres.
En 2018, por ejemplo, 606 millones de mujeres en edad laboral se consideraban no disponibles para el empleo o no buscaban trabajo debido al trabajo de cuidado no remunerado, en comparación con solo 41 millones de hombres, desequilibrio que, de acuerdo con Unicef, tiene importantes implicaciones para el empleo de las mujeres y las oportunidades de ingresos y para el desarrollo y el bienestar de los niños y niñas.
"Los cierres también han expuesto una crisis más profunda para las familias de niños pequeños, especialmente en países de bajos y medianos ingresos, muchos de los cuales ya no podían acceder a los servicios de protección social", reportó el informe, según publicó LaVoz.
El documento recuerda, además, que el cuidado infantil es esencial para proporcionar a niños y niñas servicios integrados, afecto, protección, estimulación y nutrición y, al mismo tiempo, les permite desarrollar habilidades sociales, emocionales y cognitivas.
Antes del covid-19, se explica que ya había una preocupación por la existencia de instalaciones de cuidado y de educación para la primera infancia que eran inaccesibles o de mala calidad, lo que obligó a muchos padres y madres a dejar a sus hijos e hijas pequeñas en entornos inseguros y poco estimulantes, en un punto crítico de su desarrollo.
El reporte reitera que, aun sin pandemia de por medio, la situación de las familias había sido descrita como "una crisis mundial de cuidado infantil", ya que se estima que más de 35 millones de niños menores de cinco años a veces se quedan sin supervisión de un adulto, un factor a menudo vinculado a las presiones económicas sobre los padres y madres para trabajar.
Con la llegada de la crisis sanitaria, se estima que el 99 % de los 2.360 millones de niños y niñas que hay en el mundo se encontraron en países con restricciones de movimiento, incluido el 60 % bajo alguna forma de bloqueo, lo que incrementó los desafíos para sus cuidados, según publicó RT.
Esta situación, refiere el documento, hace que muchos niños y niñas pequeñas que se quedan en casa no obtengan el apoyo de aprendizaje temprano que necesitan para un desarrollo saludable. Por ejemplo, según datos recientes, en 54 países de bajos y medianos ingresos alrededor del 40 % de menores de entre tres y cinco años no reciben estimulación socioemocional y cognitiva de ningún adulto en su hogar.