Con el mes de abril comenzaron a llegar las facturas de la luz, con importantes aumentos que sorprendieron (y enojaron) a muchos. Aunque desde la Empresa Provincial de la Energía (EPE) habían anunciado una suba del 15 por ciento en promedio, para la mayoría de los usuarios residenciales terminó siendo, en los hechos, del 40. ¿Por qué?
Consultado por el programa De boca en boca (Radio 2), Cristian Galindo, de la Red Argentina de Consumidores, dio algunas claves para entender las nuevas boletas. Explicó que este fuerte aumento tiene que ver con tres cosas: la “trampita” del promedio; la acumulación de tres cuadros tarifarios; y el encarecimiento de la tarifa a mayor consumo.
Galindo señaló que el aumento aplicado es el anunciado y que no hubo sobrefacturación, pero que “la trampita está en hablar de promedio” ya que el 15 por ciento anunciado se calculó sobre todos los usuarios, algunos de los cuales, reciben beneficios y bajan, justamente, el promedio.
“Los aumentos van a rondar, para la mayoría de los usuarios residenciales, en un 40 por ciento”, tradujo.
“Todo tiene que ver con esta trampita del promedio, pero también –siguió–, se da una particularidad especial en esta factura porque tenemos tres cuadros tarifarios” en una misma boleta. Es decir, la lectura incluye días de enero, febrero y marzo, en los cuales se aplicaron distintos aumentos, entre ellos, uno no contemplado por el gobierno provincial, referido a la energía nacional.
Además, advirtió Galindo, “cuanto más consumís, más caro pagás el kilowatt hora”.
Todos estos factores hicieron, finalmente, que el usuario se encontrara con facturas de luz más caras que las esperadas. En caso de más dudas, se puede contactar a la Red Argentina de Consumidores en su oficina de Brown 1746 o a través de sus redes sociales.